El Workshop “Neuroderechos en Chile: El debate filosófico” fue organizado por la Comisión Desafíos del Futuro del Senado de Chile, el profesor Rafael Yuste, de la Universidad de Columbia, y el Grupo de Neuroética de la Universidad Alberto Hurtado y auspiciado por Columbia Global Centers / Santiago.
El evento estuvo centrado en examinar el proyecto de reforma constitucional (Boletín 13.827-19) y el proyecto de ley sobre neuro-protección (Boletín 13.828-19) del Senado de Chile.
Estos dos proyectos fueron elaborados durante el año pasado por la Comisión del Senado chileno, encabezada por el Senador Guido Girardi, con el apoyo del Gobierno de Chile, la Academia de Ciencias de Chile, las principales universidades de Chile, el Grupo de Trabajo de Neuroética del Morningside Group y la Neurorights Initiative de la Universidad de Columbia.
Ambos proyectos de ley fueron aprobados por la Comisión del Senado el 30 de octubre y luego por el Senado chileno el 16 de diciembre de 2020. Inspirados por la propuesta original del Morningside Group, los proyectos de ley introducen cinco neuroderechos clave: El derecho a la identidad personal, el derecho al libre albedrío, el derecho a la privacidad mental, el derecho al acceso equitativo a las tecnologías para el aumento de la capacidad cognitiva, y el derecho a la protección contra los sesgos de los algoritmos.
En la sesión de apertura estuvieron presentes las autoridades de las instituciones organizadoras del evento y “protagonistas de la llegada de los neuroederechos en chile”, como afirmó el moderador del evento Abel Wajnerman, doctor en Filosofía y académico UAH. Hablamos de Eduardo Silva, rector Universidad Alberto Hurtado, Gido Girardi, senador de Chile y Rafael Yuste, profesor de ciencias biológicas de la Universidad de Columbia y quien lideró al grupo de científico de la iniciativa Brain de los Estados Unidos que tuvo el objetivo de desarrollar neurotecnologías innovadoras.
El rector de la UAH, Eduardo Silva S.J, inicio el evento afirmando que “los desarrollos científicos y tecnológicos actuales permiten intervenir en la actividad neuronal de las personas registrándola, modificándola y transfiriéndola como información digital. Tal intervención podría poner en riesgo la identidad, privacidad y libertad de las personas. Esto configura un nuevo escenario, no sólo para pensar ser humano, sino que para proteger los derechos a potenciales riesgos y amenazas”.
Además, Silva refuerza la idea de que se necesita de ésta defensa porque la mente humana, ante los avances de las ciencias, es vulnerable. La norma existe para defender lo débil… el cuidado de los más débiles es también la tarea de la política.
Chile es pionero en el ámbito de los neuroderechos al ser la primera nación que discute un proyecto de ley para afrontar los riesgos de la neurotecnología, una iniciativa que miran con lupa distintos expertos de todo el mundo.
El senador Girardi, quien ha estado al frente de la iniciativa desde el comienzo, señala que el novedoso proyecto busca establecer los neuroderechos como una nueva categoría de derechos humanos, lo que es compartido por miembros de la academia chilena.
Por su parte, el senador dio énfasis al por qué es relevante está discusión afirmando que estamos enfrentando el mayor desafío que ha tenido la humanidad porque por primera vez el ser humano puede cambiar la historia de las personas, no solamente intervenir la naturaleza cómo lo hizo en los siglos pasados, sino intervenir las bases de la vida.
“Yo quiero señalar que el mayor desafío, el mayor conflicto, la guerra del siglo XXI es la guerra de los cerebros, la guerra por capturar nuestros datos y por intervenir nuestro cerebro, esa es la geopolítica del siglo XXI y si ese es el territorio de batalla, nosotros no podemos llegar tarde, tenemos que proteger a los cerebros”, afirmó Girardi.
El neurocientífico español Rafael Yuste, que también ideó el proyecto BRAIN de la administración Obama para mapear el cerebro, aseguró que la iniciativa presentada en el Senado chileno define cinco categorías de neuroderechos: derecho a la privacidad mental, a la integridad psíquica, a la capacidad de decisión, a la igualdad frente a las tecnologías de neuroaumentación y a la protección contra sesgos.
En la instancia afirmó que los neuroderechos son los nuevos derechos humanos que no se encuentran recogidos en la declaración universal de DD.HH. y la propuesta es añadirlos para que protejan el cerebro de las personas. “La existente declaración de DD.HH. protege el cuerpo y las actividades de las personas, pero no protege el cerebro, no protege la mente”, dijo.
Revisa el Workshop:
El primer día fue la sesión de Apertura: «Los neuroderechos, presente y futuro», el Panel A: «Autonomía y Agenda» y el Panel B: «Identidad personal, continuidad psicológica e integridad mental»
El segundo día consistió en el Panel C: «Sesgos y discriminación», Panel D: «Mejoramiento cognitivo e identidad humana» y el Panel E: «Privacidad Mental»
El tercer día fue el panel de Cierre: «Neuroderechos como base para una nueva declaración de derechos humanos»