Para Cecilia Aguayo egresar de Interpretación Superior Mención Canto no fue tan simple, ya que al final de 5° año, cuando se preparaba para dar su concierto de título, ocurrió el estallido social y luego la pandemia. «Este hecho pospuso mi concierto por casi 1 año. Fue complejo, ya que el estudio de cualquier instrumento musical es practicar y estar en continuas clases de canto y con pianista; es ser un deportista vocal. En medio de la pandemia seguí cantando y estudiando de manera online gracias a unas becas de Juventus Lyrica y algunas clases con mi profesora Violaine Soublette. Tenía miedo de perder el training y eso me tuvo preparada, para cuando la Universidad autorizó la realización de los conciertos de título, así que el 12 de enero del 2021 realicé el mío», explica.
Para Cecilia volver a cantar con público otra vez fue «una experiencia increíble». Las condiciones permitían solo 10 personas en la sala incluyéndola a ella, la pianista, la comisión y tres invitados. «Tener a mis padres y un amigo en el público me dio fuerzas y también, ver a los profesores en el público y a mi maestra Violaine, quien me guio durante la carrera y en quien deposité mi confianza; mientras yo cantaba la veía murmurar los textos de mis arias. La emoción de llegar a la última aria y pensar: ‘Una más y se acaba… ‘. Era un sentimiento nostálgico, pero eufórico, era cerrar un ciclo para comenzar otro. Pasaron por mi mente mi familia y amigos, todos los maestros, personas y compañeros que habían influido de manera positiva en mi vida y de quienes, había aprendido, les agradecía de corazón y en silencio, porque sin ellos, no habría concluido esta etapa», cuenta.
¿Cómo sientes que fue tu paso por la UAH? ¿Recuerdas algo en especial?
Recuerdo mi primer día de clases, yo venía de otra Universidad y la convalidación me dejó en 3° año. Estaba ansiosa, todo era novedad y me sentía una “mechona”. La primera clase que tuve fue con la actual directora del Instituto de Música, Daniela Fugellie, quien me dejó completamente maravillada por su pasión al enseñar, su claridad y solvencia en la información histórica y musical que nos entregaba. Era la primera vez que conocía a una Musicóloga, fue interesante comprender la labor tan importante que realizaban y cómo las diferencias de género, eran nulas cuando se tiene una mente brillante. Conocerla me motivó y fue ella quien me instó a escribir mis primeras notas al programa, con el tiempo, pude escribir para algunas temporadas de conciertos incluyendo la del Teatro de Concepción o Corcudec.
También, recuerdo con cariño a las amistades que fueron surgiendo, como soy de región, tuve la oportunidad de vivir con algunos compañeros del Instituto, lo que creó fuertes lazos. Y por supuesto, recuerdo las producciones que se hicieron en el Instituto de música, en especial la semiópera “The King Arthur” de Henry Purcell, tuve la oportunidad de hacer un rol pequeño y cantar en el coro, lo que trae consigo ensayos musicales y escénicos, memorizar y mucho aprendizaje. Fue un arduo trabajo realizado por los profesores que nos dirigían, como de los compañeros de carrera y los músicos de la orquesta. Es motivante ver el gran trabajo de producción que trae una ópera, el vestuario, las luces, la escenografía. Recuerdo la original puesta en escena que dirigió el destacado maestro, cantante y regisseur Gonzalo Cuadra, quien nos hizo vestir como futbolistas e hinchas y estar inmersos en un estadio de fútbol en el primer acto, fue divertido y a la vez, una instancia de mucho aprendizaje colectivo.
¿Cuáles son las herramientas y/o saberes que te diferencian en el mundo laboral por el hecho de haber egresado de la UAH?
La UAH tiene una malla más corta y actualizada, posee una buena infraestructura, una gran biblioteca y una sala con computadores. Destaca el cuerpo docente, ya que posee varios profesores de canto y también, los ramos teóricos, en especial el estudio de la fonética, destacando al profesor Gonzalo Simonetti con el alemán e inglés, y también, los ramos de historia musical occidental y chilena con la profesora Daniela Fugellie. También, el Instituto de música se proyecta en el medio con cada producción que ha realizado, dando la oportunidad a los mismos estudiantes de participar como solistas en las temporadas de conciertos, lo que podríamos llamar una “práctica” profesional, un aprendizaje más, que puede ser incluido en el currículum y que nos acerca a lo que sería una producción real.
¿En qué te desempeñas profesionalmente hoy y cómo has enfrentado el contexto actual (COVID – 19)?
Como la pandemia había cerrado todo, me quedé sin la oportunidad de trabajar cantando, todo se había pospuesto. Tuve tiempo libre para hacer algo que siempre había pospuesto, averiguar sobre los proyectos de Fondart. Me metí, leí las bases, hice la postulación y para mi sorpresa, gracias a Dios gané en la línea de Becas Chile Crea para continuar estudiando con el pianista Jorge Hevia. El proyecto trae consigo una retribución, por lo que daré algunas charlas y pequeños conciertos en colegios de Coronel y Lota, con el objetivo de difundir la ópera, teniendo como premisa que el acercamiento prematuro de la música clásica puede influir de manera positiva en los niños y jóvenes. Creo que la impresión de ver música en vivo y conocer la ópera puede cambiarles la vida, así como lo hizo conmigo, desde que entré a cantar al coro de mi Liceo y me enamoré de la música.
¿Cómo te proyectas en unos 5 años más profesionalmente?
Es difícil proyectarse en tiempos tan inciertos como los actuales, pero espero estar viviendo en otro país, es uno de mis sueños realizar un máster en interpretación en canto en el extranjero y así, continuar aprendiendo, conocer otros países, realidades, personas y culturas. También tengo un profundo interés por la escritura e investigación, no descarto realizar un magíster en musicología, otra arista de la música que me hizo conocer la UAH y que me encantaría seguir desarrollando, pero por, sobre todo, seguir en este eterno camino de aprendizaje que es la vida, el canto y la música.