Inspirada en la figura de Clotario Blest líder que falleció en 1990 y que dejó la herencia de que la acción y el ejemplo marcan más que la palabra, además de ser un gran defensor de los derechos humanos y un recordado dirigente sindical fundador de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales, la Central Única de Trabajadores, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria y el Comité de Defensa de Derechos Humanos y Sindicales, la escuela sindical de la Universidad Alberto Hurtado funciona como una agrupación estudiantil que imparte cursos de Formación Política en Ciencias Sociales y Derecho Laboral además de orientar a los trabajadores cuando ven vulnerados sus derechos.
La actual directora Paulette Alvarado, es alumna de quinto año de derecho de la UAH y trabaja con un equipo de catorce compañeros. Sus principios son entregar las herramientas a los trabajadores que muchas veces no tienen voz frente a actos de profunda injusticia. Para ella es un orgullo y un deber pertenecer a esta escuela. Aquí nos cuenta por qué.
– ¿Cuánto ganan ustedes en esta cruzada de enseñar los derechos laborales a los trabajadores? –
-Pertenezco a la Escuela desde hace tres años, y la organización existe hace más de diez, estar dentro me ha permitido ver el gran trabajo que han hecho mis compañeros y compañeras a lo largo de todo este tiempo, en aquello que refiere a la educación y promoción de los derechos de lxs trabajadorxs; ya sea en la realización de actividades acordes a la palestra social, el constante estudio y autoformación del equipo, la creación de las mallas académicas para el ciclo sindical anual, etc. Lo que hemos ganado como personas es invaluable. Creo que la educación sindical es fundamental para los cambios sociales que necesita el país y el poder entregar esas herramientas a trabajadorxs, impactan tanto en su vida laboral como en la personal, es algo que por sí mismo considero una ganancia para el equipo.
– ¿Cuál dirías tú es el aporte de la escuela en el mundo universitario? –
-Para comenzar, creo que es importante partir de la base de que la Escuela es una organización impulsada por estudiantes. Con respecto al aporte para el mundo universitario, en primer lugar, las amistades y los lazos que se crean dentro de la Escuela son muy importantes. En el equipo somos más que compañeros de proyecto; compartimos ideales, momentos importantes de la vida, compartimos dificultades, y eso hace crecer tu círculo y expandir tus horizontes. En segundo lugar, como equipo aportamos al conocimiento en general, ya sea sobre derecho laboral, política o cuestiones de aspecto financiero. Además, al ser dirigidas estas actividades a cualquier persona que esté interesada, el mundo universitario y en particular aquellxs estudiantes interesadxs en estas temáticas, encuentran en la Escuela un lugar donde poder informarse y empaparse de ellas. Finalmente, como Escuela siempre hemos tomado una postura crítica, más allá de la colaboración natural existente, con respecto a la Universidad. Particularmente, en lo que refiere a las relaciones que ésta mantiene con sus trabajadores y trabajadoras.
-¿Cómo inspira la figura de Clotario Blest en esta causa y cuando fue que escuchaste su nombre por primera vez?-
-La figura de Clotario Blest ha inspirado a dirigentes sindicales, a trabajadores/as, a estudiantes porque una figura súper relevante desde la perspectiva laboral, pero también desde los Derechos Humanos en dictadura. Personalmente creo que es un referente súper potente, y su nombre es significado de lucha, clase obrera y revolución no violenta. La primera vez que escuché sobre la figura de Clotario Blest fue en la universidad. Mi educación en el colegio, como seguramente es la realidad de muchxs egresadxs de colegios subvencionados del país, fue poco politizada. Jamás nos enseñaron historia sindical y mantenían a raya los hitos históricos del país en materia laboral. Siempre buscaron que nosotros como escolares no nos empapásemos de la política, inhibiendo las protestas y nuestra participación en ellas. Luego, entré a bachillerato en la UDP en el 2015, tuve un curso sobre historia de América Latina y en él nos introdujeron a los grandes movimientos sindicales, dentro de los cuales resaltaba la figura de Clotario Blest.
-¿Cómo piensan proyectar la Escuela?-
-Con la pandemia la Escuela Sindical ha tenido un proceso de cambio como seguramente gran parte de los proyectos estudiantiles, organizaciones sociales y/o empresas. Como equipo, logramos rápidamente adaptarnos a la virtualidad y e innovar con respecto a nuestros proyectos y a nuestras metas. A modo personal, pienso que cuando termine la crisis sanitaria probablemente nos tengamos que sentar a repensar nuevamente cómo enfrentaremos nuestros proyectos y la forma en que los llevaremos a cabo. De todas formas, ha quedado demostrado que el proyecto es muy sólido y, a modo de muestra, algo que nos tiene muy felices como equipo es la cantidad de personas que hemos logrado recibir durante este contexto. El año pasado llegamos a las más de 200 inscripciones para el Ciclo Sindical anual y este año, más de 300. Serán discusiones del mañana el cómo afrontaremos los siguientes desafíos, pero lo que sí estoy segura es que siempre vamos a buscar entregar las mejores herramientas a las y los trabajadores para la defensa y promoción de sus derechos.
Uno de los hitos de la escuela fue la fundación del Consultorio Jurídico Popular del Departamento Jurídico de la Escuela Sindical que ha asesorado casos de conflictos laborales de un sindicato interempresa y a un sindicato de docentes, administrativos y auxiliares de un colegio en La Florida. Durante el 2019 representaron una demanda por accidente laboral, que llegó a un acuerdo en la etapa de conciliación donde finalmente la empresa indemnizó económicamente a la trabajadora. Actualmente se encuentran en juicio ante el 2° Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago sobre una denuncia por Vulneración a Derechos Fundamentales de una trabajadora quien demanda acoso laboral por parte de su empleador y sufrió depresión por estrés laboral cuestión que debe probarse con el peritaje psicológico que se encuentra pendiente.
-De acuerdo a esta experiencia: ¿En qué circunstancia dirías tú se vulneran más los derechos laborales en nuestro país? –
-Difícil pregunta, porque Chile no se caracteriza por tener una legislación laboral fuerte y protectora. En nuestro ordenamiento jurídico la protección mínima que se da es a nivel individual, manteniendo al margen la fuerza sindical, que es el principal motor de cambio y conquista de derechos laborales. Para nombrar alguna y siendo, como dije antes, una de las grandes luchas que hemos y seguiremos dando es el subcontrato. Las vulneraciones, arbitrariedades y desprotección que tienen los y las trabajadoras subcontratadas es muy grande y suele ser una cuestión que se normaliza y no se cuestiona como debería al representar una evidente ganancia para la clase empresarial. Además, existen muchos trabajos que representan un grado de precariedad importante, por ejemplo los y las trabajadoras a honorarios, trabajadores de empaque o el trabajo no remunerado que realizan -principalmente- muchas mujeres a diario en sus casas.
– ¿Esperas que en la nueva Constitución se potencie la fuerza sindical? –
– Espero de la nueva Constitución muchas cosas la verdad, como la consagración del derecho a un trabajo digno, que las remuneraciones de lxs trabajadorxs no sean materia de iniciativa exclusiva del o la Presidenta de la República; el Derecho a la Sindicalización y el potenciarlo; el derecho a la negociación colectiva por rama; la consagración de una igualdad salarial; y, por supuesto, regular el trabajo no remunerado. Para lograr esto, la única forma es votar por candidatas y candidatos a la Convención Constituyente que promuevan estas materias, asegurándonos que las personas que históricamente han impedido la protección eficiente de los derechos de las y los trabajadores no sean parte de la Convención. El haber ganado la posibilidad de escribir una nueva Constitución en democracia, es todo un mérito del pueblo que salió a las calles durante el estallido social. Lo es también gracias a todas aquellas personas que sufrieron los vejámenes de la represión ejercida por el gobierno de Sebastián Piñera, quienes incluso resultaron mutilados o postrados hasta el día de hoy. Jamás se puede olvidar que fue en dictadura cuando se impuso el plan laboral coartando los derechos laborales de la población, lo cual en ningún caso es ajeno a las demandas que tiene hoy el pueblo y que esperamos tengan reconocimiento constitucional en el proceso venidero.
-¿Dirías que esta experiencia deberían vivirla más jóvenes?-
-Personalmente diría que sí. Creo que es súper importante que la clase trabajadora pueda ayudarse entre ella, sobre todo considerando que hay grandes diferencias en el acceso al conocimiento. Es un deber de nosotrxs como estudiantes, licenciadxs o abogadxs el acercar dicho conocimiento y empoderar a lxs trabajadores para que éstos exijan y hagan valer sus derechos. Desde nuestro nicho, el intentar contribuir con un granito de arena para que exista menor desigualdad y más derechos para la población, creo que se hace hasta una necesidad. Actualmente en el equipo somos 14 personas, que se compone por estudiantes de Derecho, Abogades, y profesores-estudiantes de pedagogía. Además, también contamos con 20 postulantes de distintas generaciones de Derecho, que están realizando el ciclo sindical con la intención de unirse al equipo como miembros plenos (fijos) durante el segundo semestre. Nuestra sede física se encuentra en la Universidad Alberto Hurtado, sin embargo, por la pandemia estamos funcionando solamente de forma virtual a través de nuestras redes sociales: Facebook: Instagram: Twitter: @esclotarioblest Correo: efsclotario@gmail.com
El equipo de la escuela sindical Clotario Blest está formado por Tomás Arenas, Daniela Riffo, Ignacio Contreras, Daniela Arredondo, Matías Colina, Roberto Bravo, Fernanda Brito, Agustín Velásquez, Nicole Mella, Catalina Torres, Marcela Pachecho, Felipe Gonzales, Felipe Muñoz y Paulette Alvarado.