En Chile, el 45% de niños, niñas y jóvenes no culmina su trayectoria educativa en los 12 años lineales establecidos; la repitencia escolar ha aumentado de 2% a 4% en la última década; y cada 12 minutos un/a estudiante es excluido/a de la escuela, un número que podría aumentar al doble debido a la pandemia, según MINEDUC. Ante este escenario, surge la decisión de crear el Observatorio por las Trayectorias Educativas.
Se trata de una iniciativa de Fundación Súmate del Hogar de Cristo, del Centro de Investigación para la Educación Inclusiva de la PUCV, del Centro Justicia Educacional de la Universidad Católica, del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile y del Departamento de Política Educativa y Desarrollo Escolar de la Facultad de Educación de la Universidad Alberto Hurtado, todas instituciones preocupadas por las trayectorias educativas y aprendizajes efectivos de niñas, niños y jóvenes sin importar su condición de origen o situación social y económica.
“La pandemia nos ha mostrado la deuda que tenemos con los niños, niñas y jóvenes que tienen trayectorias frágiles y/o que están fuera del sistema escolar. Esto lo vemos porque las y los estudiantes no tenían vínculos con sus escuelas y con el cierre de las mismas. Esos vínculos hoy terminaron de cortarse”, explica Liliana Cortés, directora ejecutiva de Fundación Súmate y vocera del Observatorio por las Trayectorias Educativas.
Y agrega: “La pandemia nos muestra la urgencia de avanzar hacia un modelo educativo integral, donde el equilibrio entre los conocimientos y el desarrollo emocional configure una forma de relacionarse entre docentes, familias y estudiantes, llena de emociones, motivante y con altas expectativas. Todos los actores de las comunidades estamos desafiados”,
Para efectos de esta iniciativa, que busca además visibilizar este problema en el debate público, las cinco instituciones concluyen en un documento cuáles son los 10 factores principales que conllevan a la exclusión escolar. Entre ellos, figuran situaciones como que el 62,5% de niños, niñas y jóvenes que abandonan el sistema escolar pertenecen al 40% de la población con menores ingresos, o que un 11% de las y los estudiantes de primero medio no logra avanzar de nivel educativo, porque no se logran adaptar a la transición, por nombrar algunos motivos. También se cuentan el ausentismo frecuente a clases, la repitencia escolar, el rezago escolar y la variable de género, todas circunstancias que desencadenan que niños, niñas y jóvenes se vean en la situación de dejar de asistir a clases.
A esto se suma la situación actual en pandemia. De acuerdo a cifras del MINEDUC, 40 mil niños, niñas y jóvenes que debieran permanecer en el sistema educativo formal no se matricularon en ningún establecimiento este año.
“Este Observatorio busca ayudar a fortalecer la conceptualización que tenemos acerca de las trayectorias educativas y sus implicancias. Pretendemos ayudar, primero, poniendo a disposición datos e información de distintos sistemas de monitoreo que existen a nivel país, algunos de ellos desde el propio sistema de gobierno (como el actual sistema Sistema de Alerta Temprana, SAT) y otros, a través de estudios de los centros de investigación que participan del Observatorio. Segundo, queremos colaborar a través de la interpretación y el apoyo a las políticas públicas de estos mismos datos. Y tercero, dando apoyo a las campañas de sensibilización respecto de la función social que a todos les corresponde en promover un sistema educativo más inclusivo, más orientado a permitir la diversidad de niños, niñas y jóvenes que habitan en este país”, señala Verónica López, vocera del Observatorio por las Trayectorias Educativas.
“No hablemos más de desertores, porque somos nosotros, el país, a través de sus escuelas los que vamos empujando a los estudiantes a desertar. Por eso hoy hablamos de exclusión escolar o educativa. Es necesario instalar ciertas estrategias de tipo preventivas y de monitoreo para conocer cuáles son los estudiantes que se van desenganchando de la experiencia escolar (…) El foco no debería estar puesto exclusivamente en calidad, y mucho menos entender por calidad el rendimiento de una prueba estandarizada, sino que el foco tiene que estar en la noción de trayectorias educativas. En la idea de trayectorias positivas, diversas, y eso tiene que ver con la idea de un camino que él o la estudiante tiene que poder recorrer”. concluye Verónica López.
Toda la información respecto al Observatorio la pueden encontrar en trayectoriaseducativas.cl, un espacio en donde las instituciones comparten sus experiencias, conocimientos y recursos sobre la exclusión escolar con la comunidad.