Piedad Cabrera-Murcia, directora de la carrera.
La carrera ya había pasado por 3 procesos de autoevaluación y posterior acreditación (2008, 2012 y 2016) y este cuarto proceso constituye un logro importante y “confirma el compromiso y la calidad del trabajo del equipo a cargo de su directora Piedad Cabrera- Murcia quien lideró durante 2020 un nuevo plan de estudios”, señaló Carolina Flores, decana de la Facultad.
“Este reconocimiento nos tiene muy contentos porque se da en un momento en el que hay un nuevo plan de estudios”, señala su directora Piedad Cabrera – Murcia, quien agrega que los procesos de acreditación han sido claves para realizar modificaciones curriculares que puedan atender a las necesidades que se detectan desde las voces de estudiantes, egresadas y de los centros educativos con los que trabajan. Asimismo, el nuevo plan de estudios tiene su origen también a partir de los cambios ha experimentado la educación inicial y que permitió reevaluar el perfil de egreso, alineado a la política pública, de modo de contribuir a la formación de educadoras de párvulos que potencie la formación de los niños y niñas en primera infancia. Este perfil incorpora la perspectiva de educación inclusiva y reconoce la diversidad en sus distintas manifestaciones.
El objetivo de la carrera es formar educadoras y educadores de primera infancia, reflexivos, críticos y autónomos que conciben su quehacer desde principios éticos de servicio social, demostrando conocimiento de la concepción de niñez, y su relación con los procesos de desarrollo y aprendizaje. Un profesional que sea capaz de gestionar y promover experiencias de ambientes inclusivos de aprendizaje significativos y contextualizados, que favorecen a niños y niñas a través del juego como una herramienta para el aprendizaje.
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