Fuente: Theclinic.cl
Es un mazazo a la buena política pública saber que el plan de gas (licuado o GLP) a precio justo que impulsó el gobierno, a través de ENAP, se había hecho a un costo seis veces mayor al precio de los privados. Ciertamente las explicaciones, a lo que el gobierno llama un plan piloto no están a la altura, dando espacio para que los opositores a las empresas públicas justifiquen dicha postura en aras de la eficiencia económica.
Es lamentable ver el cortoplacismo con que opinan quienes cuestionan, a raíz de este escándalo, una serie de reformas en carpeta (tributaria, pensiones, salud), así como quienes intentan culpar al estudio de la Fiscalía Nacional Económica (FNE) de 2021, precisamente el que mostró cómo el negocio de distribución mayorista de GLP dejaba ganancias anuales excesivas por 180 millones de dólares a las tres principales empresas del sector.
Para separar la paja del trigo, primero se debe aclarar que el estudio de la FNE propuso que la mejor solución para imprimir competencia en la distribución de GLP, y así bajar los precios pagados por los consumidores, era eliminar las cláusulas de exclusividad que imponen los tres distribuidores mayoristas a los cientos de distribuidores minoristas que atienden a los hogares.
Esta propuesta imprime por si sola dinámica competitiva a la industria, incluso sin nuevas empresas distribuidoras mayoristas. Dicha propuesta se encuentra en discusión parlamentaria desde 2021, con escaso grado de avance…
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