Eduardo Engel, economista
El destacado economista Eduardo Engel fue invitado a la Universidad Alberto Hurtado para inaugurar el año académico de esta casa de estudios. Lo hizo con agrado y destacando su cercanía con el mundo jesuita. De hecho reconoce su amistad de años con Antonio Delfau S.J, director de la revista Mensaje y la comunidad universitaria de una entidad comprometida con el rol público. Durante la ceremonia el economista contó las claves que manejó a la hora de organizar la comisión que daría como resultado un manual ético que regulará las prácticas entre dinero y política. El documento final tiene 236 propuestas, que reflejan un consenso de 16 integrantes muy diversos: “La Presidenta tuvo la sabiduría de mezclar expertise con sentido común”, destacó el académico.
Lo que se hizo fue escuchar a la ciudadanía y en el tiempo indicado, que eran 45 días, entregar un plan sólido que regularía la extraña relación entre política y empresariado que tiene al país en crisis.
Engel contó que durante la realización de este estudio, muchos timoneles del mundo político fueron a su casa para detallar cómo funcionaban los partidos políticos y él que trabaja hace 15 años analizando estas organizaciones, se sorprendió por la existencia de, como dice él, situaciones “deplorables” del sistema, como por ejemplo, problemas serios con los padrones de los militantes, la baja participación real -vota el 20% de los militantes- la inscripción mañosa que sucede en los meses antes de una elección, el gran poder que tiene la directiva saliente de distorsionar la voluntad de los pocos que participan, y una especie de caciques que manejan estos padrones con falsificación de firmas, entre otros miles de vicios.
En la ceremonia relató a estudiantes, académicos y a la comunidad universitaria que este fue un trabajo largo, riguroso y reflexivo que finalmente se sostiene en cinco grandes capítulos: la prevención de la corrupción, la regulación de los conflictos de interés, el financiamiento de la política, la confianza de los mercados y la integridad ética y derechos ciudadanos. “Somos optimistas, tenemos una crisis seria de confianza, pero no es una crisis terminal. Chile no es un país corrupto, pero si de esta crisis no sacamos las lecciones correctas, las próximas crisis pueden ser muy graves”, concluyó. Luego de este mensaje invitó a los universitarios a conocer las propuestas sugeridas por el informe e involucrarse, estar al tanto de cómo se llevarán a cabo los proyectos. Informarse es parte de también de regular a quienes manejan los intereses ciudadanos, concluyó. El informe en detalle está disponible en consejoanticorrupcion.cl