Investigadores de la Universidad de Oxford visitaron los archivos de la Fundación Archivo y Centro de Documentación Vicaría de la Solidaridad junto a la investigadora responsable del proyecto Oriana Bernasconi
¿Por qué en Chile hablamos de violación a los derechos humanos de la manera que lo hacemos? Esta es la pregunta del proyecto de investigación que dio origen al primer Programa de Interdisciplinar de Investigación en Memoria y Derechos Humanos de la Universidad Alberto Hurtado. Una gran plataforma que reúne la indagación académica que la institución ha realizado durante años. “Hay mucha experiencia acumulada, sea a nivel de análisis sociohistórico, económico, de estudios de memoria y justicia. Y este es un “paraguas” que hará dialogar las experiencias y capacidades con que contamos en la Universidad y sin duda los potenciará”, explica la socióloga, Oriana Bernasconi.
El nuevo Programa de investigación sumará cuatro facultades de la U. Alberto Hurtado y voces reconocidas como la de la psicóloga Elizabeth Lira, la del historiador Pedro Milos y la del filósofo Pablo Salvat. Es primera vez que se hace un programa así, y hay que entender que la mirada será global, porque surge del proyecto “Tecnologías políticas de la memoria: Genealogía de los dispositivos de registro y denuncia por las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura militar”, financiado por el fondo Newton y que la UAH lo trabaja en alianza con la Universidad de Oxford.
Un año de búsqueda
Parte del equipo está revisando la documentación que registró la dictadura en Chile con que se asistió y denunció el terrorismo de Estado. En este proyecto se habla de dispositivos porque se intenta analizar el registro de la violencia política considerando la injerencia de su trasfondo ideológico, político, profesional. “Hay carpetas de atención que se crearon en la Vicaría y en otras ONGs del período, y este objeto está compuesto por certificados de nacimiento, la denuncia, el testimonio del familiar, la sentencia y toda esa documentación junto a la lógica de su producción, uso y efectos corresponden al dispositivo. Hacer esa genealogía es necesario para comprender por qué registramos de la manera que lo hacemos, para qué fines, con qué recursos, cómo hemos conservado esta documentación y qué entendemos por violación de derechos humanos”, dice Bernasconi.
El 22 de marzo pasado se realizó un workshop entre investigadores de la UAH y los co-investigadores de la Universidad de Oxford.
¿En este período de trabajo en los archivos con qué dificultades se han encontrado?
-Deterioro y vacíos de la información. Por seguridad no toda la información que circulaba por estos organismos fue transcrita al papel, algunos de estos archivos fueron ellos mismos violentados: allanados, quemados. Lo que hoy tenemos es una parcela de lo que alguna vez hubo. El trabajo ha sido alucinante, porque hemos escuchado y registrado la historia de los custodios y ex trabajadores de estas organizaciones, hoy personas de 60 y tantos años, cuya labor en la denuncia, resistencia y defensa de los derechos humanos aún no ha sido suficientemente reconocida. También hemos percibido la necesidad de tener una política de Estado de conservación y acceso a todos estos documentos, por eso queremos llamar la atención y apoyar un asunto que nos parece de la mayor relevancia para la justicia, la convivencia y la memoria.
Bernasconi explica que parte del nuevo Programa de Memoria y Derechos Humanos está pensado en un nivel mucho más global que preocuparse de lo que ocurrió en una dictadura como la chilena. La idea es contribuir al conocimiento de los derechos humanos en diversos campos que atraviesan la psicología, el derecho, la sociología, la historia y también el arte.
Las actividades del programa y las investigaciones asociadas están disponibles en https://memoriayderechoshumanosuah.org/