Miguel Pérez Ahumada, antropólogo social por la Universidad de Chile, Magíster en Desarrollo Urbano por la Universidad Católica de Chile, Doctor en Antropología Social por la Universidad de California, Berkeley y profesor del Departamento de Antropología de la Universidad Alberto Hurtado.
¿Cuál es el rol de la investigación social actual?, ¿Para qué sirve un estudio si sólo se difunde en el mundillo intelectual? Estas son las preguntas fundamentales que motivaron a los jóvenes del Proyecto Fragua para organizar el Seminario “Ciencia y Transformación Social”. Reflexiones sobre el quehacer de la investigación que discutirá sobre los roles que le competen a la investigación social en el despliegue de las luchas populares y sociales en un escenario donde no existen apuestas consolidadas de investigación científica políticamente comprometidas y menos orientadas por los intereses de las y los trabajadores, y/o de los movimientos populares y sociales. El objetivo es producir una serie de discusiones en busca de alternativas que vayan más allá de la denuncia, la ventriloquía y la crítica ideológica, así como también del academicismo enclaustrado en la isificación.
En ese contexto, el seminario que se realizará el próximo 23 y 24 de marzo en la Universidad de Chile sumó a destacados académicos chilenos e internacionales, entre los que destaca Miguel Pérez Ahumada, quien ha desempeñado estudios en áreas de la antropología urbana y antropología política, subjetividad y movimientos sociales, vivienda y derecho a la ciudad. El académico destaca la iniciativa del Proyecto Fragua que convoca a pensar sobre procesos de movilización desde la construcción teórica de los movimientos sociales con énfasis en la militancia y en la posibilidad de asesorar críticamente sobre fenómenos sociales contingentes.
“Este grupo me invitó a debatir sobre qué pasa en la actualidad con los movimientos de pobladores y cuáles son las características principales de los procesos de construcción de la subjetividad popular en el marco de la reivindicación por la vivienda, explica.
-Y ¿por qué los pobres desaparecieron de la discusión pública?
-Ya no se les estudia como antes y la explicación es la desmovilización que se explica desde el aparataje político en los años 90. Hoy se les dice “población vulnerable” o “sujeto de políticas públicas”. A mí me interesa identificar cuáles son los significados que movilizan a aquellos que demandan la vivienda, cómo se construyen como sujetos políticos a partir de su involucramiento en programas de vivienda de corte neoliberal donde el Estado otorga subsidios a las familias y al mismo tiempo, les exige prácticas como ahorrar y participar en los comités de allegados. La gran pregunta entonces es: ¿Cómo en todo este proceso hace posible nuevas formas de movilización y cuál es el carácter de esta movilización?
Por otro lado, el espíritu de lo que será este encuentro es ser críticos de las investigaciones sociales que son absolutamente especializadas y no salen más allá de la esfera intelectual. “Como antropólogo eso me interpela directamente, porque nuestra forma de construir conocimiento es a través de la relación de empatía con el otro, alguien diría la etnografía es dejarse modelar por la vida de los otros, entonces la interpelación es si nos dejamos modelar y hacemos un reporte, qué sentido tiene no comunicárselo a esas personas”, concluye.