Fuente: El Mercurio.
Eduardo Silva, rector de la Universidad Alberto Hurtado, llegó solo hace algunos días de Europa. El sacerdote estuvo participando de un encuentro mundial de universidades jesuitas y en otro cónclave que reunía a establecimientos de educación superior vinculadas a la Iglesia Católica. Sin embargo, Silva, tiene su atención en la respuesta que entregará en las próximas semanas el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas a la solicitud que ingresó su Casa de Estudios para formar parte de ese organismo.
-¿Cuál es el interés de formar parte del CRUCh?
—Porque creemos que esto es un reconocimiento a universidades públicas que han nacido de 1981 a la fecha. Salda una deuda, una arbitrariedad. Y las exigencias son muy altas. Se ponen estándares hacia donde tienen que caminar todas las universidades y todas las inversiones en una materia tan importante como es la educación superior. Este es un reconocimiento a una historia bien hecha.
—¿ Cómo ha sido la respuesta de las universidades que hoy conforman parte de esa organismo?
—Eso está por verse. Pero veo bastante interés, porque nosotros contribuimos a fortalecer el CRUCH, a darle legitimidad. Contribuye a que la membresía no sea discriminatoria, Cuando tú pones criterios objetivos, cumplidos por todos, deja de haber una sospecha respecto a la membresía.
-¿Podría Darse el caso de que universidades que hoy no cumplen con el requisito acusen también de una discriminación hacia ellos al no poder participar?
—No, porque los requisitos son objetivos. No son requisitos arbitrarios, son requisitos que hablan de la calidad de los proyectos universitarios.
—El Gobierno esta semana tomó la decisión de remover a Gerardo Varela como ministro de Educación, reemplazándolo por Marcela Cubillos, ¿cómo evalúa el cambio?
—El Presidente está haciendo uso de sus facultades al cambiar a sus ministros. Lo que no cambia son las tareas a abordar. Tenemos el enorme desafío de implementar las reformas en educación como la ley de inclusión, la ley docente y la desmunicipalización. La ministra Cubillos va a contar con toda nuestra colaboración respecto de la ley de educación superior, Implementar sus aciertos, evitando sus riegos, será una tarea larga y difícil, pues debemos fortalecer el marco regulatorio, respetando la autonomía universitaria.
—Hasta ahora, ¿cómo ha visto la gestión del Gobierno en Educación?
—Lo importante es ver cómo hacemos viable la gratuidad que está pendiente. Hacerla viable implica que haya aranceles regulados diferenciados, que reconozcan no solo los diferentes costos entre las carreras, sino que también los diferentes niveles de deciles que tienen los estudiantes.
— ¿ Cree que haya riesgo de que el Gobierno no apoye la gratuidad?
—El Presidente Piñera ha dicho que la gratuidad llegó para quedarse. La tarea de este Go-
bierno una vez que haya una ley aprobada por el Parlamento es implementarla. Debe tener la capacidad de evitar sus riesgos y potenciar sus aciertos, esa es la tarea del gobernante. Entonces, sería muy curioso que el Gobierno no apoyara, fundamentalmente, la educación pública.
—Pero ustedes como Universidad Alberto Hurtado han sido críticos con el proceso de gratuidad, ¿lo mantienen?
—Yo sigo apostando al fin, pero creo que la gratuidad puede ser inviable para las universidades en la medida en que las puede desfinanciar, porque hay una brecha que no se cubre, y eso perjudica a los alumnos. Eso hay que corregirlo y se corrige con aranceles regulados. Lo que sí, hemos solucionado el problema del acceso, que beneficia a los estudiantes y que por lo tanto se discrimina en virtud de sus talentos y no del bolsillo…
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