Jorge Rodríguez Grossi,
Decano Facultad de Economía y Negocios
UAH.
Recién se publicó el Ranking América Economía 2018 que situó a la carrera de Ingeniería Comercial UAH como la octava mejor del país. ¿Cómo recibieron esta noticia en la Facultad de Economía y Negocios de la UAH? El decano Rodríguez Grossi contó que estar en los diez mejores de Chile llenó de satisfacción a los equipos, porque la formación académica es de muy buena calidad. Sin embargo, también presenta un gran desafío: comunicar mejor lo que somos porque la carrera es muy poco conocida. “Eso se verifica en la variable “prestigio” que mide “conocimiento en el medio” y la UAH tiene apenas 9.5% de reconocimiento, mientras somos los segundos en calidad de nuestros académicos entre las diez mejores universidades. Esperamos que esto nos ayude a hacer más conocida la real excelencia de la carrera”, sostiene.
Para Jorge Rodríguez, difundir más lo que se ha logrado va de la mano a seguir “batallando” por mejorar los índices de publicación de la Facultad, que es lo que mejor mide la calidad de los académicos que conforman el cuerpo de profesores.
Grandes cambios, nuevas formas de enseñar
La carrera de Ingeniería Comercial presenta una realidad muy cambiante, por eso se ajustan mallas y se incorporan nuevos análisis a la formación. En ese sentido, el decano describe cómo se estudia la economía y los negocios con elementos diferentes como lo es sustentabilidad, el cuidado del medio ambiente y las formas de producción donde lo digital reemplaza el factor humano: “La vida en la Tierra cambia más rápido que la disciplina económica porque la esencia de esta última es relativamente la misma”, dice. Para él, hoy hay problemas y factores como lo son el cambio climático que ha terminado casi con los “bienes libres” y que nos amenazan; la increíble velocidad de la revolución tecnológica comparada con lo que fue y significó la Revolución Industrial, son fenómenos nuevos, pero que perfectamente son absorbidos por la disciplina generando modelos que los incorporan debidamente. Donde quizás más cambios han sobrevenido es en la forma de administrar organizaciones que actualmente van camino a ser muy flexibles y digitalizadas, geográficamente descentralizadas en vez de colocadas en rígidas oficinas o fábricas, comenta. En esa esfera, la administración y su enseñanza son fuertemente desafiadas porque también se deben transformar para dar cuenta del cambio en las organizaciones: “Es una era donde el capataz dirige a trabajadores operando desde sus casas; ¿qué trabajo desempeñarán los trabajadores bancarios si casi todas las operaciones se realizarán por vía digital? La “oficina del Gerente” está quedando obsoleta. De estos cambios nos tenemos que hacer cargo en las carreras de Ingeniería Comercial. Por suerte los jóvenes vienen con la nueva tecnología en la sangre”, concluye.
-Tras escándalos como la colusión en el mercado chileno: ¿Qué desafíos enfrentan como academia la formación ética de los futuros profesionales?
-Primero, estoy convencido que gracias a las nuevas leyes anti colusión es que se han descubierto colusiones que han existido quizás por siglos y que no podíamos conocer anteriormente. O sea, no creo que ahora nos coludamos más que antes, sino que nos coludimos menos en el presente y nos coludiremos menos en el futuro porque gracias a las nuevas leyes e instituciones (Fiscalía Nacional Económica y Tribunal de Libre Competencia), nos pueden pillar más fácilmente y castigar muy duramente. Segundo, hay que incorporar la ética en las mallas curriculares (lo que siempre hemos hecho en esta universidad), y enseñar con casos prácticos para que no sea una mera prédica.
-Según su experiencia ¿Deberíamos preparar a los economistas para el mercado o para la regulación?
-No veo ninguna contradicción en su pregunta. El mercado es un gran y útil instrumento para asignar los recursos escasos que tenemos, pero no siempre funciona bien y, en esos casos, hay que aplicar correcciones y prevenciones. La buena regulación (la que es eficiente) nos ayuda a tener mejores mercados y, por lo tanto, a mejorar la performance de la economía. Por otra parte, tampoco se trata de tener regulaciones que sean más costosas que el problema que queremos evitar. En Derecho se habla de “mejor un mal arreglo que un buen juicio”, también vale para la economía. La regulación eficiente debe ser buena, bonita y barata. En otras palabras, la regulación también debe pasar por la mirada económica porque gratis no es. Si queremos corregir una falla de mercado no lo hagamos con una regulación que nos deje peor que antes.
Paula Belmonte, directora de Ingeniería Comercial UAH
Paula Belmonte, directora de la carrera de Ingeniería Comercial.
“Hay grandes pilares que hacen que Ingeniería Comercial en la UAH sea distinta: Una nueva malla que se inaugura el 2018, dos menciones, Administración-Economía, profesores con estudios de postgrados y doctorados y alta empleabilidad de los egresados nos diferencian del resto”, dice la directora de Carrera.
Paula Belmonte rescata que son 21 años de trabajo los que han hecho a los académicos, ex alumnos, alumnos y administrativos situarse entre las diez mejores de las universidades chilenas. Es un gran logro y un reconocimiento para todos dice: “los que aportan a la formación de los estudiantes, ya sea dentro de la sala de clases, en la labor administrativa, en el diseño y seguimiento de los planes de estudios, en la investigación que nutre la docencia y en la vinculación con el medio y extensión. Un reconocimiento también a nuestros estudiantes y egresados diurnos y vespertinos”, agrega.
Por otro lado, explica que un principio que cruza esta escuela es actualizarse según las necesidades de un mundo global: “Hay grandes pilares que hacen que Ingeniería Comercial en la UAH sea distinta: los estudiantes pueden elegir entre mención Administración o mención Economía; la calidad académica de nuestros docentes ha impulsado fuertemente la empleabilidad de nuestros egresados y a partir del 2018 un nuevo plan de estudios se inaugura pensando en la formación de los estudiantes”, sostiene. En ese sentido, Paula Belmonte explica que se quiso fortalecer con una línea de habilidades de aprendizaje, que dispone favorablemente al estudio y a la formación permanente y a una línea de habilidades de formación profesional donde se refuerzan destrezas que permiten el trabajo colaborativo, la conducción de equipos, la resolución de diferencias y la gestión del propio desarrollo profesional.
-¿Qué recursos implica formar a un profesional con el estándar del mundo actual?-
-Uno de los principales recursos es la interacción dentro de la sala de clases, la calidad académica está dada por una combinación de profesores de planta, todos con estudios de postgrados y doctorados dentro y fuera del país, que realizan docencia e investigación, y de profesores externos que trabajan en los temas de economía y gestión de los negocios, complementando la formación teórico-práctica.