¿Qué puede decir un artista que ha hecho de su obra una propuesta que rompe las líneas de lo académico? ¿Cómo explica el cuestionamiento sobre temas como la sexualidad, el género, la inmigración, el colonialismo, el multiculturalismo y la modernidad? Juan Dávila, intentó dar las razones en medio de un diálogo dirigido por los académicos Sebastián Vidal y Ana María Risco.
El artista, que ahora es candidato al Premio Nacional, le pareció muy pertinente este viaje que hizo de sus obras, figuras, mujeres, hombres y contextos que lo inspiraron desde la década del 70 hasta la modernidad. En una hora y media los estudiantes tuvieron la oportunidad de conocer parte de su producción, entender el propósito y compromiso de sus pinturas más el interés por la historia del arte, el surrealismo, la modernidad. Lo cierto es que la fuerza de su paleta describe su pensamiento atrevido, cuestionador, incisivo y a ratos controversial. “Cuando me preguntan qué pensaste, que querías decir con este cuadro, yo generalmente me niego a decir qué significa. A veces digo lo hice porque lo quise hacer y lo pude hacer. A veces digo no me acuerdo”, sostuvo.
Notable fueron momentos cuando señaló que los artistas deben romper esos cánones de la pintura que imponen las colecciones de los museos y de las casas de subastas es una cosa siniestra”, dijo. O cuando sostuvo que hay que pensar distinto: “Tenemos una población atontada con tanta tecnología, hoy día son temas comunes los refugiados o la mujer y si no te basas en eso no existes, pero qué pasa si yo pinto la modernidad de otra manera. Salir de la obra conceptual ha embrutecido a todos, es una chance resignificar”. Otro momento importante fue cuando contó que la salida del país en el 74 y su llegada a Australia fue sin conocer nada de ese país: “Me di cuenta muy rápidamente que no calzaba como migrante normal no por el físico sino por la voz, es una sensación extrañísima que se repite hoy con los refugiados, que son tratados como no humanos. Uno pertenece o no pertenece tanto allá como acá”, sostuvo.
En imágenes que acompañaron la conversación pasaron temáticas como la religión católica, la homosexualidad, la raza o el género, y el cuestionamiento a la historia oficial de manera subversiva mediante el recurso del humor, la ironía y la parodia. En cuadros donde la figura indígena es central, esta es un grito al ser humano: “lo que hemos perdido es la mirada salvaje y cuando se pierde eso, hemos perdido el alma”.
Juan Dávila, durante su residencia en Australia, comenzó a exponer en forma permanente, en la Galería Nacional Australiana en Canberra, la Galería Nacional de Victoria en Melbourne, el Melbourne State College y la Galería de Arte de Australia del Sur, Adelaida. En nuestro país fue en Matucana100 donde fue un hito montar por primera vez su trabajo en el 2016.