Durante estas últimas semanas, el Ministerio de Justicia ha planteado la postergación de la reforma procesal civil y la presentación de un proyecto de ley de mediación, como una fórmula para contar con nuevos mecanismos que permitan dar mayor rapidez y efectividad a la solución de conflictos de naturaleza jurídica.
En este contexto, el Ministerio de Justicia convocó durante el mes de junio, a mesas de trabajo para analizar en los ámbitos de los conflictos civiles como los penales, como enfrentar los desafíos de la situación de pandemia, y los efectos de una futura congestión que se verá en los tribunales, dada por las suspensiones que se han generado en este período.
Frente a esto, queremos plantear algunos aportes a esta conversación. El momento actual, nos obliga a preguntarnos sobre las medidas que el sistema judicial requiere para abordar los efectos post pandemia y si es, una oportunidad para considerar cambios necesarios de más largo plazo. En ese sentido, resulta central enfocarnos en los aportes que la mediación, como mecanismo colaborativo de solución de conflictos puede incorporar a nuestro sistema de justicia no sólo en un momento excepcional como ahora, sino de manera permanente.
Pensamos que en este horizonte, la incorporación de la mediación en el sistema de justicia, permitirían:
- Un sistema de justicia más cercano y accesible a las personas y, a la vez flexible a sus necesidades, y que considera la participación en la solución de los conflictos a quienes los presentan.
- Incorporar una visión sistémica de los conflictos, permitiendo otorgar variadas y diversas respuestas, según las características y naturaleza de los conflictos, donde el proceso judicial,- en el cual resuelve un juez o jueza-, sea la última puerta, y no la primera.
- Un sistema que ofrezca espacios adecuados para que el conflicto sea tratado con diferentes herramientas, disminuyendo tiempos y costos, y, a la vez, generando una justicia adecuada a las necesidades de las personas. En ese sentido, debemos pensar la mediación como una herramienta que fortalece las necesidades jurídicas insatisfechas de la ciudadanía en la actualidad.
- Un sistema que promueva en y con la ciudadanía, una cultura de diálogo y entendimiento, que permita complementar la lógica de los mecanismos adjudicativos con una lógica colaborativa, tan urgentemente necesaria en nuestra comunidad.
Ver columna completa en El Mostrador