Soy Juan Pablo Duhalde, egresado de Sociología (2010) y del Magíster en Sociología (2019)…
Cuando egresé de la Universidad Alberto Hurtado, exploré mis opciones laborales de interés para el crecimiento personal y profesional. Al momento de salir del pregrado en sociología, fue importante la búsqueda de opciones que potenciaran las herramientas metodológicas y teóricas incorporadas durante la formación en la UAH, para así, llevarlas al trabajo territorial que era mi principal motivación desde la promoción de la participación ciudadana. Para esto, fue muy importante conversar con egresadas y egresados de años anteriores, lo que me permitió conocer las experiencias particulares y poder comprender los desafíos existentes. Mi primera etapa como egresado fue en La Serena, trabajando en una organización de la sociedad civil enfocada en temas de superación de pobreza y participación colectiva.
¿Cómo sientes que fue tu paso por la UAH? ¿Recuerdas algo en especial?
He tenido dos etapas. En el pregrado, fue dentro del proceso de crecimiento de la UAH, en lo que respecta a carreras disponibles, infraestructura, organización estudiantil, por nombrar algunas. Tengo gratos recuerdos, la formación y aprendizaje recibido, el diálogo entre pares y comunidad universitaria. Participé de un intercambio en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas en El Salvador, país en donde también realicé mi práctica profesional en el Programa de Naciones Unidades para el Desarrollo (PNUD).
Aprovechar los espacios en la universidad es esencial, no sólo lo curricular, también el resto de las áreas existentes que complementan la formación. Pude participar de grupos estudiantiles en donde aprendí bastante de iniciativas para mejorar el diálogo; actividades de investigación con docentes en temas de migración y género, además de ser ayudante de cátedra en temas de análisis organizacional.
La segunda etapa (magíster) fue muy importante, para así fortalecer conocimientos, perspectivas y metodologías de investigación en temas de desigualdad, estratificación social, cultura, urbanismo, entre otros. Hacer frente a los complejos y diversos problemas sociales actuales, requiere de seguir complementando praxis y teoría.
¿Cuáles son las herramientas y/o saberes que te diferencian en el mundo laboral por el hecho de haber egresado de la UAH?
Valoro las herramientas analíticas y prácticas incorporadas para el desarrollo de investigaciones de alcance regional (América Latina), que permiten la construcción e implementación de proyectos y acciones para mejorar la calidad de vida de la población en situación de pobreza. Es parte de los valores promovidos por la universidad, los que no sólo hay que conocer, el principal desafío es llevarlos al territorio con acciones concretas y de alto impacto. Me interesa que la UAH siga promoviendo temas de interés social para que la academia cumpla un rol clave a nivel local e internacional, que responda a las tensiones y oportunidades existentes para hacer visible y transformar las estructuras de desigualdad. Es un desafío para la investigación científica, promover no las propuestas con más luces o marketing, sí las que tendrán mayor impacto en la ciudadanía.
¿En qué te desempeñas profesionalmente hoy y cómo has enfrentado el contexto actual (COVID – 19)?
Actualmente soy el Director General de TECHO Internacional, presente en 18 países de la región. El desafío es poder generar proyectos de forma colaborativa en los asentamientos populares (campamentos en Chile) que promuevan la participación ciudadana y que mejoren la calidad de vida de la población viviendo en situación de pobreza. Desde la investigación-acción, construir justicia cada día es una motivación e inspiración.
La realidad actual es crítica, lo era antes del COVID-19 y lo es con más intensidad con los efectos devastadores del virus. La urgencia de una vivienda digna; el debate sobre el acceso a la salud que hoy se encuentra con un sistema desbordado; la tensión de lograr que la educación sea un derecho, principalmente cuando no se cuenta con los medios para tener clases virtuales; la violencia de género con cifras alarmantes y en aumento; el racismo y xenofobia que aflora en nuestros países.
La pandemia hace visible las profundas injusticias en nuestras sociedades fragmentadas, con ciudades que son para quienes las pueden pagar, en donde los derechos son mercancías que dependen del poder adquisitivo: agua, saneamiento, electricidad, vivienda, dimensiones que se posicionan como fundamentales para atender, mitigar y promover la recuperación para los efectos del COVID-19. Hoy, seguimos trabajando para transformar esta realidad desde TECHO.
¿Cómo te proyectas en unos 5 años más profesionalmente?
Por ahora, espero seguir vinculando la investigación con temas de ciudad, participación ciudadana y políticas públicas. Para quienes se encuentran iniciando el pregrado o finalizando algún ciclo, recomendarles que vivan la experiencia y que se preparen para estar al servicio de las problemáticas y oportunidades existentes. Chile y América Latina enfrentan fuertes desafíos. Todas y todos somos responsables.