Gonzalo Cuadra, docente de la carrera de Interpretación Superior en Canto UAH.
Cuadra, quien actualmente es docente de la carrera de Interpretación Superior en Canto de la Universidad Alberto Hurtado, cuenta que el libro relata el pasado de la ópera en Chile y describe la idiosincrasia nacional que la rodeaba.
El académico se declara un apasionado por la ópera, cuenta que este género siempre fue parte de su hogar. “Derivar en algún libro que tuviera que ver con la ópera era una consecuencia natural”, dice. Sin embargo, también cuenta que “el libro surge desde la ausencia de un libro que hable de la ópera nacional”.
Gonzalo Cuadra leyó hace un tiempo La ópera en Chile, de Cánepa Guzmán, y descubrió que no había muchas publicaciones sobre este género en nuestro país. “Me di cuenta que nadie había escrito un libro de óperas compuestas por chilenos, entonces me propuse escribir un libro sobre eso”, cuenta el autor.
La Directora del Instituto de Música y musicóloga, Daniela Fugellie, explica que se trata de un libro pionero por dedicarse a un género musical que ha estado poco representado en estudios panorámicos de la música docta chilena del siglo XX: la ópera compuesta por chilenos. “El libro, además de su profundo análisis de óperas, ofrece un catastro de óperas compuestas en Chile por chilenos y extranjeros, además de una sección de transcripciones de partituras, lo que lo hace ser un valioso aporte tanto para musicólogos, como también para cantantes, músicos y estudiantes de música”, afirma.
El autor afirma que un libro con esta temática era absolutamente necesario. “La ópera como fenómeno en Chile, es de los sucesos más interesantes del punto de vista sociomusical y antropológicamente musical. Dentro de ello, surge la pregunta qué hacen los chilenos componiendo ópera, cómo acceden a esta gran autopista de élite, cómo logran entrar su automóvil de fábrica nacional y pensar que la gente lo va a querer conducir en estas autopistas. Es fundamental para entender un proceso de nuestra historia musical y también para sacar de nuevo a la luz compositores que por razones sociales y políticas fueron dejados de lado, sus nombres olvidadas y las óperas botadas al olvido”.
Para escribir este libro, Cuadra recopiló información del Archivo de Música de la Biblioteca Nacional y del Centro de Documentación de Artes Escénicas (DAE) asociado al Teatro Municipal de Santiago. El autor agradece a ambas instituciones por la labor que hacen preservando estos “tesoros musicales”, ya que «son dos lugares que han trabajado para resguardarlos y mantenerlos a la posteridad. El centro DAE lo destaco porque es una luz específica dentro de un teatro que tiene muy poco aprecio por su creación operística nacional, es un archivo que nace desde el salvataje y eso se agradece”, dice.