Nació en Punta Arenas y es presidente nacional de la Juventud de la Democracia Cristiana donde milita desde los 17 años. Su trabajo comprometido con la gente surge desde la pastoral juvenil, los voluntariados, las misiones y siendo presidente del Centro de Estudiantes y de la Federación en la Universidad de Magallanes donde estudió su carrera. Para él, el proceso constituyente es la oportunidad de generar un punto de inflexión en la historia, un puntapié inicial para terminar con muchas injusticias. Va por la lista “La lista del Apruebo”: “Un referéndum convocatorio puede ser un mecanismo para fortalecer este modelo democrático”, señala.
Conversamos con él y le pedimos que nos contara cuál es el artículo de la Constitución del ‘80 que le genera más ruido, qué propone y cómo su Magíster le aportó para enfrentar el debate público y una campaña en una de las zonas más australes del planeta.
-¿Cuándo y en qué circunstancia fue la primera vez que leíste el texto constitucional?-
-Fue en las clases de historia del colegio cuando los profesores de esa época nos enseñaban cómo se gestó la de 1833, la de 1925 y la de 1980 y qué implicó para el país el cambio constitucional. En ese tiempo uno no le tomaba mucho el peso a la falta de legitimidad de origen de la actual Constitución, pero con el tiempo me fui informando y me di cuenta que es la gran camisa de fuerza que tiene el país para darle mayor dignidad y derechos a las personas.
-¿Cuál es el artículo que te genera más ruido?-
-El primero es que Chile sea un Estado unitario y descentralizado. Mi propuesta es avanzar a un Chile unitario, pero regionalizado y descentralizado y qué significa eso: mayor poder de autonomía para las regiones en las decisiones, mayores niveles de autonomía presupuestaria, instaurar mecanismos de democracia participativa en los gobiernos locales y regionales que permitan acercar mucho más la labor del Estado y a las autoridades a la participación ciudadana. Y la posibilidad de instalar impuestos regionales que puedan ser recaudados localmente para su reinversión dentro de la misma región.
En segundo lugar, el principio que me genera ruido es el de subsidiaridad del Estado y me parece que tiene que terminar. Soy partidario de avanzar hacia un Estado social y ecológico que garantice derechos sociales, esto en simple significa que aquellas cuestiones fundamentales para el desarrollo humano como la salud, la educación, la vivienda, las pensiones, el trabajo digno, el deporte, el arte y la cultura y la equidad de género no queden en la especulación del mercado y no sea que cada chileno o chilena tenga que rascarse con sus propias uñas para poder desarrollarse en esas materias.
-¿Y qué quieres aportar a la Constituyente?-
-Rostros renovados, oxigenación de la política y nuevas formas de hacer las cosas. Un estilo de desarrollar la labor constituyente que haga de la convención un cabildo permanente. Espero que todos/as los/as magallánicos/as se sientan constituyentes por la vía del ejercicio que nosotros esperamos ser que no es solo proponer una convención sino que, además, que funcione transparentemente, abiertamente y ojalá descentralizadamente. Hacer en la región un ejercicio permanente de participación, de estar hablando con las vecinas y con los vecinos de cómo va el debate, escuchando a los gremios, a las federaciones de estudiantes, a los sindicatos, a los colegios profesionales, a los académicos, a los empresarios, etc. que todos se sientan parte. Y una tercera patita, que es importante en nuestra propuesta, es la de avanzar a una democracia participativa, es decir nuestra democracia representativa creemos que se quedó corta, que hay altos niveles de desconfianza, por lo tanto, queremos instaurar iniciativas comunales que se discutan en los consejos municipales. Un referéndum convocatorio puede ser un mecanismo para fortalecer este modelo democrático.
-¿Cómo el Magíster aportó en tu candidatura?-
– El Magíster me enseñó desde las Ciencias Sociales cómo se construye la sociedad, cómo se comporta, cómo funciona el Estado, el área de gobierno, la administración pública y entender que se requieren dos cosas para que a los países les vaya bien: lo primero es una arquitectura estatal sólida respecto a los temas que pretende enfrentar y en segundo lugar, una cultura que colabore con aquellas cuestiones que quiere lograr para mejorar el desarrollo humano; y en eso el Magíster es una etapa muy relevante en mi formación de la cual estoy muy agradecido porque me ayuda a sentirme preparado para este proceso que he ido enfrentado como candidato.
El programa completo de Manuel Gallardo @_magallanico se puede revisar en el sitio Servel.cl