Finalizado el Claustro Universitario que a principios de agosto reunió a autoridades, académicos y funcionarios, de la Universidad Alberto Hurtado, para reflexionar sobre el futuro de esta casa de estudios, su rector, Fernando Montes S.J., se refirió al papel que debe jugar la Universidad en la resolución de los problemas sociales, abordó el tema de las actuales demandas estudiantiles e invitó a los jóvenes a trabajar por el fortalecimiento del proyecto institucional.
1.-¿Cuál es, a su juicio, la causa basal de la situación de crisis social que actualmente enfrenta el país?
La causa basal es un modelo de desarrollo que genera desigualdades, demasiado, centrado en lo económico e individualista. Afecta a las universidades y la sociedad chilena en su conjunto. Ni siquiera se trata sólo de un problema de educación sino de un malestar que cubre distintas dimensiones de nuestra vida cívica. En lo universitario ha generado endeudamientos, descontrol de calidad y desigualdades inaceptables.
2.-¿Cómo enfrenta la UAH este problema?
La Universidad no creó el problema y en buena parte ella y sus estudiantes son víctimas de él. Por eso hay que tener cuidado de no volver contra la universidad malestares que provienen de la sociedad. Hay problemas de fondo justamente señalados por el movimiento estudiantil. Hemos sido claros en expresar nuestro acuerdo con muchas de las demandas, pero hemos advertido a su vez el peligro de la sobre ideologización, la violencia y la falta de respeto que obstaculizan la conversación de fondo. Por eso hemos de generar las condiciones, poner los límites y crear los marcos para que exista un diálogo civilizado y universitario donde podamos escucharnos y ayudarnos entre todos a enfrentar las justas demandas de la ciudadanía.
3.-¿Cuáles son las actuales reivindicaciones sociales, que para esta universidad han constituido un motivo de preocupación desde el momento de su fundación?
La calidad de la educación. La integración socioeconómica frente a desigualdades inaceptables. La vocación de servicio público y sentido social. La visión humanista para enfrentar la realidad.
4.- ¿Qué significa brindar educación de calidad?
Formar personas y profesionales altamente competentes más que competitivos que tengan conocimientos sólidos y actitudes que los capaciten para ayudar a resolver los grandes problemas del país. Puede ser signo de nuestra calidad nuestra buena acreditación. Hemos entrado en el proceso de selección del CRUCH con un grupo selecto de universidades privadas porque no tenemos temor de someternos a los estándares de calidad exigidos. La capacidad de los profesores es alta y está reconocida por procesos objetivos de evaluación. Por otra parte, la mayoría de los estudiantes que ingresan a esta universidad realizan, junto a sus familias, enormes sacrificios para estudiar y concretar el sueño de un título universitario. No tenemos derecho de entregarles a estos estudiantes un título profesional que en el exigente mundo laboral de nuestro país no será respetado. Así como nos debemos al país, nos debemos a aquellos estudiantes y a sus familias que nos eligieron para estudiar en nuestras aulas confiando que les entregaríamos una educación de gran calidad.
5.- ¿Cómo se asumen internamente las diferencias socioeconómicas de la comunidad estudiantil?
En una sociedad profundamente dividida por las diferencias y desigualdades nuestra Universidad abre sus puertas sin discriminación a estudiantes provenientes de los más diversos grupos sociales. Este año cerca de 80% de ellos provienen de colegios municipalizados o subvencionados. Tenemos cerca de un 70% de estudiantes con crédito con aval del estado. Abrir nuestras puertas a jóvenes provenientes de los más bajos quintiles que tienen sobrados méritos significa un inmenso sacrificio y riesgo para la Universidad. Hasta julio no habíamos recibido ni un solo peso del crédito con aval lo cual genera enormes problemas de caja. A pesar de nuestras carencias, la universidad otorga a muchos estudiantes beneficios y becas complementarias. Hay universidades que pueden ser causantes de la discriminación. Quien mira objetivamente a la Alberto Hurtado sabe que somos parte de la solución de este problema.
6- ¿En qué medida el trabajo que realiza esta universidad tiene impacto social a nivel nacional?
Somos una universidad pertinente y con sentido social. No sólo porque formamos profesionales conscientes sino porque nuestra investigación está fuertemente centrada en los grandes problemas del país. Cabe señalar que nuestro Observatorio Social ha realizado las encuestas más importantes para llevar adelante las políticas públicas necesarias para construir una sociedad más justa. Hemos realizado la encuesta Casen, la encuesta nacional de salud y muchas otras. Estamos elaborando el “Catastro de las Personas en situación de calle”. En el ámbito de la educación la investigación del CIDE y los servicios de la Escuela de Formación Continua son pioneros en el apoyo a la educación pública. La causa Mapuche, los derechos humanos, la renovación de la justicia han sido objeto también de nuestra preocupación. Por todo lo anterior hemos repetido una y otra vez que debemos ser considerados como una universidad pública aunque no estatal. A diferencia de las universidades del CRUCH nosotros no recibimos aportes basales directos para cumplir esta misión pública. Es bueno tener esto claro porque se hacen a veces demandas confundiendo lo público con lo estatal y dando por supuesto que se reciben aportes directos estatales.
7.- ¿Cómo enfrenta la UAH una de las principales demandas del movimiento estudiantil, en torno a la necesidad de poner fin al lucro en la educación?
Algunos confunden el lucro con el cobro de aranceles. Se tiene fin de lucro cuando una institución retira beneficios en lugar de reinvertirlos. Somos una universidad que claramente no tiene fin de lucro. Tenemos el más firme compromiso de no retirar beneficios y dedicar todo lo que podamos a mejorar la calidad de nuestra educación, los sueldos del personal y los beneficios estudiantiles. Está claro que no se pretende lucrar con esta universidad. Eso está ampliamente reconocido en el medio universitario. Eso mismo nos da la autoridad para ayudar a reflexionar como país un tema de máxima complejidad del cual depende la cobertura y la calidad de nuestra educación. Es conveniente hacer una discusión a fondo y objetiva sobre el tema. La prensa ha puesto de relieve que somos una universidad que tiene aranceles promedios notablemente más bajos que aquellas que comparten las mismas posiciones en los rankings y, a costa de enormes esfuerzos, siempre hemos procurado encontrar soluciones cuando alguien enfrenta dificultades en sus pagos. En eso también hay diferencia con otras universidades.
8.- A partir del 2012 esta universidad formará parte del sistema de Admisión del Consejo de Rectores (CRUCH), ¿Qué beneficios plantea esta nueva modalidad tanto a la universidad, cómo a los postulantes?
Para nuestra casa de estudios, esta incorporación constituye un paso adelante hacia la anhelada constitución de un sistema único, sin discriminaciones, para las instituciones de educación superior legítimamente establecidas en el país. El proceso será más simple para nosotros y los estudiantes.
9.- En este particular contexto social ¿cuál es la convocatoria que se puede hacer a nuestra comunidad universitaria, para contribuir al fortalecimiento del proyecto institucional y al desarrollo del país?
Creo que es el momento de hacer ver a nuestros estudiantes que esta universidad responde muy hondamente a lo que la sociedad está pidiendo y que por eso tenemos que cuidarla, defenderla y mejorar todavía más su calidad. No podemos correr el riesgo de convertir nuestra Universidad en parte del problema en lugar de que sea modelo que permita solucionar las dificultades por las que atraviesa la educación superior. No está en nuestras manos la posibilidad de resolver muchos de los males existentes pero podemos hacer nuestro aporte en la búsqueda de soluciones. Por eso compartimos las críticas, hemos expresado que el fondo de las peticiones estudiantiles es justo y que cuenta con nuestro apoyo. Pero no nos cansaremos de repetir que una universidad seria debe ayudar a resolver los problemas de modo universitario y no recurriendo a la violencia. Es en ese marco que deseo reiterar mi compromiso por hacer todo lo posible en el ámbito nacional por exigir una reforma profunda de nuestro sistema educacional. Y porque hace falta tener ejemplos a la vista, haremos todo lo que podamos para que nuestra Universidad cumpla su misión. Esta es una oportunidad notable para reafirmar nuestra misión, corregir nuestros errores y sobre todo para unirnos muy profundamente en torno a un gran servicio a los más pobres y marginados de este país.