El pasado viernes 12 de enero, en el Campus B de la Universidad Alberto Hurtado, se llevó a cabo el “Conversatorio internacional sobre ética global y confianza”, ocasión en la que el académico James Keenan, prorrector de Asuntos Globales del Boston College, presentó un proyecto piloto que busca mejorar el enfoque multidisciplinario de los problemas globales en las universidades católicas de todo el mundo.
En esta iniciativa participan ocho universidades del mundo, entre ellas cuatro instituciones educacionales latinoamericanas: la Universidad Javeriana, PUC-Río, la Pontificia Universidad Católica de Santiago y la Universidad Alberto Hurtado (UAH), organizadas en el grupo denominado “Alianza Estratégica de Investigación Católica en Universidades”.
En esa línea, James Keenan mencionó que fueron muy estratégicos al elegir a sus colaboradores: “Hicimos esto en Bangalore (India), donde tenemos dos universidades muy parecidas a la PUC y a la UAH. Por ejemplo, la Christ University es grande y similar a la Pontificia Universidad Católica. También está la Saint Joseph, una universidad jesuita como la UAH, y cuyo propósito es formar estudiantes para ser conscientes del mundo en donde vivimos. Entonces, nuestro desafío es traer estudiantes que se involucren es estas temáticas y desafíos en carreras relacionadas a la ingeniería, la educación, etc.”, precisó el académico.
En el encuentro también expusieron Cristián del Campo Simonetti, quien en marzo asumirá como rector de la Universidad Alberto Hurtado (UAH); Oscar Melo, académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y Juan Larraín, director del Instituto de Éticas Aplicadas UC, todos planteando problemas y desafíos actuales entorno a temáticas de migración y cambio climático.
Con respecto a este convenio, Cristián del Campo destacó que hoy es fundamental colaborar: “Cualquier universidad que pretenda hacer investigación encerrada en sí misma tiene pocas posibilidades de generar un verdadero impacto. En ese sentido, tanto la colaboración con la PUC como nuestra alianza con el Boston College, nos permiten expandir nuestro horizonte, conocer personas de distintas disciplinas y abrir nuestra mente para buscar nuevas oportunidades de investigación”.
Cabe señalar que, en la primera fase del programa, dos grupos de académicos investigarán el papel de la ética global y la confianza social en los problemas de la migración impulsada por el clima y la educación democrática. El objetivo no es “resolver” estos problemas profundamente arraigados, sino más bien crear mejores formas de abordarlos, más allá de las fronteras académicas y profesionales, para aprender a mirar los problemas que amenazan nuestro mundo desde múltiples perspectivas.