En un emotivo conversatorio en el Campus B de la UAH se presentó el libro “Infancias de Mazapán”, una obra que sumerge a los lectores en un viaje a través de la música infantil chilena y su impacto en la sociedad. El evento reunió a destacadas expertas que compartieron sus visiones sobre este valioso aporte a la cultura musical chilena.
Beatriz García-Huidobro, editora ejecutiva de Ediciones UAH, abrió el diálogo resaltando el trabajo del académico del Instituto de Música UAH Juan Carlos Poveda, autor del libro, quien ha dedicado muchos años a explorar la riqueza musical y emocional de Mazapán. García-Huidobro elogió la profundidad y significado de la obra y su capacidad para conectar a las personas con su época a través de la música.
Por su parte, la fundadora y exintegrante de Mazapán, Carmen Lavanchy, agradeció a Ediciones UAH por permitir que el libro vea la luz y resaltó el cariño con el que se trató la obra de Mazapán. A su vez, reconoció el trabajo serio y documentado de Poveda, elogiando su labor como musicólogo.
“El juego es vida, no es lo contrario de ocio, ni lo contrario de profundidad, ni lo contrario de aprendizaje. Lo contrario al juego es la apatía, la abulia, el desinterés y la desesperanza. Para nosotros, el juguete elegido han sido sonidos y músicas, las expresiones artísticas en general”, aseguró Lavanchy.
Catalina Donoso, académica de la Facultad de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, especializada en temáticas de infancia y autora del libro “No somos niños”, también de Ediciones UAH, destacó cómo la niñez ha evolucionado a lo largo de los años y cómo esta transformación es un proceso constante. Valorizó la importancia de este libro al reconocer y celebrar la infancia en sus diversas formas:
“Existe la idea de que la niñez termina y está asociada a ser adulto, como si ser adulto fuera una etapa a la que uno llega. En realidad, uno nunca llega a eso, sino que siempre está en transformación”, aseguró Donoso, valorando la labor del autor en el reconocimiento de la niñez. “No por estar frente a un niño o una niña tenemos que hacer las cosas más fáciles o más simples. Lo que hace el trabajo de Juan Carlos es reconocer cómo Mazapán se situó en el lugar de crear un contenido complejo, en cuanto a letras y a música, que nunca bajó el estándar por estar dirigido a las infancias. Más bien todo lo contrario”.
La periodista Marisol García —quien, convocada por Juan Carlos Poveda, investigó sobre Mazapán en la prensa de la época y en distintos tipos de medios culturales— resaltó como llamativa la complacencia y el enfoque anecdótico con que se trataba al grupo, en lugar de explorar su verdadera riqueza artística, caracterizada por su convocatoria horizontal, sin sesgos ni clasificaciones. Asimismo, con gratitud y de forma retórica, preguntó con cuánto habrán tenido que lidiar las mazapán y cómo lograron sortear la indiferencia y los malentendidos.
Mazapán, como destacó García, se distinguió por su convocatoria horizontal, sin sesgos ni clasificaciones, invitando a todos y todas a participar en su música. El subtítulo del libro, “Representaciones de infancia en la música del grupo Mazapán” se revela como un reflejo del impacto que el grupo ha tenido en la construcción social de la niñez.
En ese sentido, la psicóloga, musicóloga y académica de la Universidad de La Serena, Daniela Banderas, resaltó cómo la música de Mazapán ha contribuido a moldear la infancia y, por tanto, a las personas. Destacó la multidisciplinariedad de la obra, que combina la musicología, la estética, la sociología y la historiografía, añadiendo que “este libro es una contribución al estudio de la temática de música infantil, tan escasamente estudiada en nuestro país y relegada a una posición secundaria o de menor importancia”.
El autor del libro, Juan Carlos Poveda, expresó su gratitud a Ediciones UAH, la directora del IMUAH, Daniela Fugellie, y a colegas que lo apoyaron, como Jacob Rekedal y Lorena Valdebenito. “Y por supuesto mis más profundos agradecimientos y admiración hacia Carmen, Michelle, Cecilia, Verónica, Victoria y Lulú, no solo por la generosidad y confianza depositada en mí desde los primeros momentos, sino por haber dedicado sus vidas a producir este trabajo tan delicado y profundo, que ha transformado la vida de tanta gente”.
Hacia el final del conversatorio, las integrantes del conjunto Mazapán interpretaron y regalaron a los asistentes “Hoy traigo una canción”, un emotivo momento que evidenció que el espíritu del grupo sigue intacto.
El libro “Infancias de Mazapán” está disponible en Ediciones UAH y en las principales librerías del país.
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