El texto intenta aclarar lo que se ha entendido por populismo dentro de las ciencias sociales, y proponer una conceptualización que, a partir de las discusiones teóricas anteriores, contribuya a superar una gran cantidad de confusiones sobre este término. Dado el espacio acotado de este volumen, no se abunda en experiencias históricas específicas, pero se intenta dilucidar si es posible llegar a una concepción de lo que es el populismo para las ciencias sociales.
El autor busca evitar que populismo se confunda con lógica política en general. Por eso recurre a especificar lo propio de la lógica política populista en ciertas condiciones de recepción del discurso populista. La consecuencia de todo esto es que desaparece la idea de que existe un viejo populismo y un nuevo populismo de naturaleza diferente. También desaparece la idea de que el populismo es, necesariamente, de derecha o izquierda, socialista o capitalista, democrático o totalitario. El populismo se construye, no está predeterminado. Pero al mismo tiempo queda claro que hay otros modos de movilización política no populista.
Por ejemplo, si bien puede existir una vía populista al socialismo, hay también otras formas de articulación de las demandas populares que construyen un sujeto pueblo en una perspectiva no populista. La Unidad Popular es el mejor ejemplo. Con esto se deja también muy clara la relación entre movimiento social y populismo.