Con el propósito de generar espacios de reflexión en torno a la educación sexual y sus desafíos, la Facultad de Educación junto a Unesco, el colectivo Hecho en Género, AHF Chile y Gedis realizaron el 18 de noviembre el seminario internacional “Sexualidades, pedagogías y educación sexual: debates emergentes”.
La Decana Carolina Flores dio la bienvenida ante los más de 70 asistentes y señalo que uno de los objetivos de la facultad es avanzar en calidad educativa con una “educación inclusiva que acepta y celebra las diferencias, y que provee de oportunidades de aprendizaje y bienestar para todas y todos nuestros estudiantes. En este sentido, el tema de educación en la sexualidad es un tema en que estamos en deuda como país”, aclaró.
En esta misma línea, Mary Guinn Delaney, Asesora Regional de Educación para la Salud y el Bienestar para América Latina y el Caribe valoró esta instancia de debate y comentó que uno de sus focos es buscar la manera de apoyar a los países para que se comprometan en favor de la educación sexual, compartir evaluaciones sobre programas efectivos y recomendaciones sobre contenido curricular, así como el diseño e implementación de programas.
La primera mesa redonda “Hacer educación sexual. Tensiones institucionales, organizacionales y pedagógicas” se enfocó en las complejidades institucionales, organizacionales y pedagógicas de la práctica de la educación. En ella participaron Lucha Venegas, filósofa feminista y activista CUDS; Daniel Reyes, Consultor e investigador en educación en sexualidad y género; y Rosario Olivares, Doctora(c) en Estudios Americanos y profesora feminista. En tanto, la segunda mesa temática abordó los nuevos contextos y nuevos objetos de educación sexual, con la participación de Irma Palma, Directora de PASA de Universidad de Chile; Leonardo Arenas, coordinador AHF Chile; Nicola Ríos y Pablo Astudillo, académico de Facultad Educación UAH.
En su conferencia “Políticas y pedagogías de la Educación Sexual Integral en Argentina”, la invitada internacional Graciela Morgade contó cómo había sido la experiencia de implementar una educación sexual integral en Argentina. Morgade enfatizó en que ella no debía encasillarse dentro de una asignatura, pero que tampoco debía quedar de manera transversal ya que se corre el riesgo de que nadie se haga cargo. Por ello, recalcó en que esta educación debe tener una identidad clara y debe comprometer a la comunidad en su conjunto.