Fuente: opinioncooperativa.cl
Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos intervino en Afganistán el 7 de octubre del mismo año, con el respaldo mayoritario de la comunidad internacional, que entendía que se trataba de una operación defensiva. Esta intervención militar se insertaba en la nueva guerra en contra del terrorismo, proclamada por el entonces presidente estadounidense, George Bush. El objetivo era terminar con el régimen del Talibán, que gobernaba Afganistán desde 1996, dado que existían indicios de que éste apoyaba y estaba relacionado con Al Qaeda y su líder máximo, Osama bin Laden.
Casi 20 años después, el 15 de agosto de 2021, el movimiento Talibán recuperó Kabul, ciudad que había sido evacuada tras la intervención de Estados Unidos de 2001, mostrando un rotundo fracaso para la política exterior de Washington y para los intereses de la potencia en Asia Central y también en el Medio Oriente.
¿Qué es el Talibán? ¿Cómo se relaciona con otros movimientos islamistas radicales? El Talibán, al igual que Al Qaeda y el Estado Islámico, corresponden a movimientos islamistas sunitas radicales, que buscan una estricta aplicación de la sharía, esto es la ley religiosa islámica, y ejercen una fuerte y sistemática violencia en contra de quienes no comparten y practican sus ideas. Sin embargo, existen algunas diferencias centrales entre ellos. La más importante radica en que el Estado Islámico y Al Qaeda son organizaciones cuyos integrantes están conformados principalmente por wahabitas y salafitas, lo que corresponde a una versión del islam sunita con fuerte presencia en Arabia Saudita. El Talibán, en cambio, corresponde a la escuela hanafí del islam, una de las cuatro escuelas de jurisprudencia existentes en el islam sunita, predominante en los países de Asia Central.
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