En una especie de cuenta regresiva, nos acercamos al 11 de septiembre y aun no se logra concretar un compromiso amplio, de todas las fuerzas políticas, por el cuidado y defensa de la democracia, a propósito de los 50 años del golpe de Estado en Chile. Menos probable aún una condena transversal de lo ocurrido en 1973.
De acuerdo a los hechos de la esfera pública, todo indica que la democracia, como valor compartido, no tiene aún su lugar asegurado en el bien común del Chile de hoy. No por lo menos a partir de la voluntad y convicción de todas las representaciones políticas partidarias.
¿Qué sucede si, en cambio, se exploran los imaginarios ciudadanos de la democracia, tal como se lo propuso la encuesta Chile dice 2023 de la Universidad Alberto Hurtado-Criteria?
Los resultados son concluyentes respecto de la existencia de un cierto ideal democrático o de una representación de la democracia, como algo deseable y sustentado en tres aspectos esenciales: participación en las decisiones, respeto a las normas básicas e igualdad de derechos. Un 90% de los encuestados así lo declara. Un no despreciable 70% asocia la democracia a que los ingresos de las personas sean más equitativos. La sociedad chilena mantiene dentro de sus expectativas vivir en una sociedad democrática y más justa (justicia ante las normas o justicia social). Tendencias, estas, levemente más sustentadas en personas que se declaran de centro o de izquierda, que en las de derecha…
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