El pasado jueves 31 de agosto el Partido Republicano aprobó una enmienda al anteproyecto constitucional que establece el fin de las llamadas “contribuciones” para la vivienda principal. Los partidos de Chile Vamos se alinearon con esta propuesta. Dice la enmienda: “el inmueble destinado a la vivienda principal del propietario y su familia estará exento de toda contribución e impuesto territorial”.
Antes que tomar cualquier posición sobre lo bueno o malo de terminar con el impuesto territorial (IT), debemos partir por sincerar que lo que busca el Partido Republicano es eliminar totalmente esa contribución, lo cual queda de manifiesto en otra de sus enmiendas: “La ley no podrá, en caso alguno, establecer tributos que graven el patrimonio de las personas”.
Los promotores de esta enmienda argumentan que el problema del IT es que grava el patrimonio, es decir, que no actúa sobre flujos de ingresos sino hace tributar un stock de riqueza. Además, afirman que genera doble tributación con el pago de IVA.
En esta columna vamos a analizar las debilidades de estos argumentos. Sostendremos que eliminar el IT es una medida que sobre todo favorece a quienes tienen riqueza inmobiliaria. Y que la discusión olvida lo importante que es el suelo en el que está construida la vivienda. En ese sentido, vamos a discutir ¿cómo tributa actualmente la propiedad del suelo en Chile? ¿Qué pasa con dicha tributación si se elimina el IT? Y, solo para iniciar una discusión, ¿qué pasaría si reemplazamos el IT por un impuesto aplicado exclusivamente al suelo?