Fuente: Diario Financiero
Durante 2011 nos despertamos con la noticia de que la empresa La Polar había realizado repactaciones unilaterales. En los matinales de ese momento se decía que era un fraude a los clientes de la multitienda. Para sorpresa mía y de otros académicos, prontamente fuimos invitados a realizar peritajes respecto de algunas de las aristas del caso. En ellas se puede observar que no solo se trataba de un engaño a los clientes, sino al mercado financiero en general.
Lo de La Polar es un caso de estudio, que nos muestra que muchas de nuestras decisiones de inversión son desde la imagen y no fijándonos en el fondo de las cosas (efecto manada). Primero, La Polar mostraba un buen estado de liquidez mediante las repactaciones unilaterales, que eran una forma de aumentar la liquidez de la empresa, mostrando un cliente nuevo al reemplazar la deuda antigua por una nueva.
Segundo, existía una necesidad de recursos reales, los cuales eran capturados del mercado de capitales, generalmente por instrumentos como acciones y bonos, muy cotizados por las AFP. Con los nuevos recursos la empresa realizó inversiones en el extranjero y en nuevas sucursales en el país, logrando los gerentes prestigio, premios en acciones y elogios de la prensa especializada. Tercero, hubo problemas con los organismos reguladores, siendo un error mantener vigente la empresa La Polar…
Ver opinión completa