Utilizando la expresión acuñada por la historiadora canadiense Margaret MacMillan, el profesor del Instituto de Historia de la P. Universidad Católica de Chile, Rafael Sagredo, presentó en su conferencia inaugural del año académico del Departamento de Historia UAH una reflexión acerca de cómo la historiografía puede convertirse en una herramienta para llevar adelante “juegos peligrosos”, o sea, mitificaciones históricas, olvidos selectivos o legitimaciones de procesos políticos, ocasiones todas en las que se suele caer en arbitrariedades metodológicas o afirmaciones que buscan desconocer la pluralidad de los actores históricos.
Mediante el análisis de segmentos de la obra de reconocidos autores como Alberto Edwards, Jaime Eyzaguirre y Julio César Jobet, Rafael Sagredo dejó a la vista los fundamentos de sus posturas historiográficas y las contradicciones entre sus discursos, en ocasiones demasiado rígidos, y sus conductas como actores de su tiempo histórico. En conclusión, el profesor Sagredo propuso que la superación de estos “juegos peligrosos” requiere considerar al suceder histórico como una pluralidad de historias y reconocer tal diversidad en la historiografía.
El profesor Sagredo es Doctor en Historia por El Colegio de México, académico del Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Conservador de la Sala Medina de la Biblioteca Nacional. Autor y coautor de numerosos textos sobre historia de la ciencia en Chile y América, entre los que se cuentan, La Expedición Malaspina en la frontera austral del imperio español (2004); Ciencia-Mundo. Orden republicano, arte y nación en América (2010) y La ruta de los naturalistas. Las huellas de Gay, Domeyko y Philippi (2012). Entre sus investigaciones recientes están las referidas a la práctica científica del piloto José Moraleda en el Mar del Sur entre 1772 y 1810 y el quehacer de los peritos de límites en la delimitación y demarcación de la frontera entre Argentina y Chile. Editor General de la Biblioteca Fundamentos de la Construcción de Chile, también ha participado en la coedición de obras de Humboldt y Darwin, entre otros naturalistas que exploraron América. Codirector de la Historia de la vida privada en Chile y de Fragmentos para una historia del cuerpo en Chile, entre otros proyectos historiográficos que han contribuido la dilatación de lo considerado “histórico” en Chile.
Responsable de las publicaciones de la DIBAM, en 2014 publicó en Madrid-México, por la editorial Turner-El Colegio de México, su Historia mínima de Chile, una interpretación del desenvolvimiento nacional que no sólo ha merecido numerosos elogios, sino que a la fecha ya lleva cinco ediciones.