La Facultad de Educación de la Universidad Alberto Hurtado (UAH) en conjunto con el Servicio Jesuita a Migrantes(SJM) publicaron el documento ¿Trabajan las escuelas con un enfoque intercultural?: Diagnóstico inicial de escuelas municipales de la zona norte de la Región Metropolitana, que entrega los resultados de un proyecto ejecutado en 2017 por las académicas M. Teresa Rojas y Ximena Sepúlveda de UAH, junto con investigadoras de SJM y del Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (CIIR). El objetivo del estudio fue desarrollar un instrumento que sirva a las escuelas como herramienta y también de planificación para el avance hacia una escuela interculturalidad.
El documento sitúa la interculturalidad como “un horizonte o un ideal en que exista comunicación, diálogo simétrico, convivencia y relaciones de calidad entre personas de diferentes culturas”. Para conocer este enfoque, las investigadoras elaboraron un cuestionario que fue respondido por 78 escuelas a través de 65 directores y 143 docentes de aula de establecimientos que integran el Departamento Provincial Norte, correspondiente a las comunas de Independencia, Recoleta, Quilicura, Huechuraba, Conchalí, Colina, Lampa y Til Til.
Entre los resultados se destaca que un 69% de los participantes entiende la interculturalidad –desde una mirada funcional- como la integración de estudiantes migrantes y el reconocimiento de sus culturas diversas, pero que de acuerdo al marco teórico del estudio “no apunta a transformar las estructuras existentes en el sistema dominante”. En tanto, un 31%, la asocia a un proyecto que reconoce y transforma las desigualdades entre personas de diferentes culturas, y que por tanto tienen una visión más crítica y que busca la transformación de las relaciones de poder que sustentan el sistema.
A partir del diagnóstico obtenido, el documento entrega algunas recomendaciones para trabajar con enfoque intercultural al interior de las escuelas. Entre ellas, se destaca que las comunidades avancen hacia una comprensión de este concepto que vaya más allá de la integración de niños y niñas de otras culturas “como el hecho de tomar conciencia de que las relaciones sociales en América Latina se dan al interior de una lógica de pensamiento que valora más lo europeo que lo indígena, lo afrodescendiente y lo mestizo”.