El académico Esteban Valenzuela fue enfático en señalar algunas diferencias en la organización urbana que tienen ambas ciudades: “Santiago es más centralizado, todas las instituciones se encuentran en el centro del país, mientras que en la ciudad taiwanesa encontramos dos municipios, que trabajan proyectos conjuntos”. Además mostró ciertos avances que en Chile recién comienzan a verse, por ejemplo “el sistema de transportes de Taipéi ya tiene puertas anti suicidio”, e incluso señaló que “cuentan con baños públicos”, lo que muestra una diferencia cultural enorme entre ambas localidades.
El embajador taiwanés aprovechó el momento para dar un contexto histórico, sobre el cómo su país ha llegado al lugar donde está. Además se refirió a la competencia histórica y cultural con China, la potencia más grande de Asia. Entre otras cosas mencionó las diferencias de tradiciones, en cuanto al aprendizaje de idioma, indicando que “mientras ellos ven una parte más ‘compacta’, nosotros nos vamos por el lado más tradicional”.
A este seminario también fue invitado Pablo Balmaceda, quien ha trabajado por más de 10 años como director de la Oficina Comercial De Chile en Taiwán. Durante su intervención dio las claves para el desarrollo de la diversificación económica, algo que distancia mucho a la manera en que nuestro país que depende mucho de la minería. Para él, lo importante es “la educación. Chile se quedó detrás por concentrarse en la minería, y no en una educación creativa e innovadora”. Agregó además que nosotros “siempre miramos a Europa, y no donde se motivará el recurso de forma intensa, como se hizo en Taiwán”.