El Director del Departamento de Política y Gobierno habló sobre el rol de los gobiernos locales y sus tensiones con el gobierno central ante la pandemia global por COVID-19. Además, se refirió a la constante presencia de los alcaldes en espacios de exposición pública: “Esta es aprovechada por algunos ediles que observan la posibilidad de posicionarse de cara a un nuevo proceso eleccionario… Lo importante es que en ese proceso los liderazgos políticos no solo busquen su propia popularidad, sino también el bienestar de sus electores”.
Los alcaldes han alcanzado un importante protagonismo en la crisis sanitaria que vivimos. ¿Resulta incómodo para la administración central? ¿Podemos hablar de que el rol de los alcaldes podría anular la gestión de un eventual gobernador electo popularmente?
En mi opinión las tensiones entre el nivel central y los gobiernos locales es una cuestión permanente que se evidencia aún más en periodos de emergencia o crisis como esta. Esta tensión estructural se explica -a mi juicio- a propósito del excesivo centralismo de nuestro sistema político-administrativo, donde si bien los municipios cuentan con un conocimiento e información mucho más acabado de la realidad de sus territorios, las demandas de sus vecinos y sus dificultades, deben implementar decisiones que se toman en el nivel central de manera homogénea y sin distinción, no siendo parte del diseño en la mayoría de los casos, de dichas soluciones.
No me parece por otra parte, que el rol de los alcaldes pudiese anular la gestión de un eventual gobernador electo. De hecho considero que a propósito de las todavía acotadas competencias y recursos propios con los que van a contar los gobernadores regionales electos, sumadas a las dificultades de financiamiento y autonomía municipal, van a tener que conformar coaliciones y acuerdos intergubernamentales fuertes, de manera de dialogar y negociar con el nivel central. En definitiva, este esquema en el que estamos avanzando, de un proceso de descentralización gradual y minimalista , va acuerdos y modelos de gobernanza multinivel reales para ser exitosos.
– ¿Juegan en contra -en estas circunstancias- los personalismos? ¿Es legítima la búsqueda de dividendos políticos?
Es evidente que en estos momento de crisis muchos alcaldes tienen mayor exposición mediática. Esta es aprovechada por algunos ediles que observan la posibilidad de posicionarse de cara a un nuevo proceso eleccionario, ya sea en la renovación de sus cargos o mirando elecciones regionales o nacionales. Pero eso es parte esencial de la política.
Considero que ese es un proceso no sólo legítimo, sino inevitable. Lo importante es que en ese proceso de posicionamiento y aprovechamiento de la exposición pública, los liderazgos políticos no solo busquen su propia popularidad, sino también el bienestar de sus electores o vecinos aprovechando de presionar y visibilizar frente al nivel central soluciones más pertinentes para sus territorios.
– ¿Podrían resolverse problemas locales si las municipalidades administraran recursos financieros similares? ¿Dejaremos de hablar alguna vez de las comunas pobres y las comunas ricas?
No creo que todos los problemas locales se resuelvan con mayor autonomía fiscal. Si bien es deseable que avancemos hacia una mayor capacidad de generación de recursos de parte de los municipios a través de impuestos locales y otras medidas, es evidente que hay ámbitos donde la coordinación y participación del nivel regional y central son indispensable en ese sentido. Es difícil pensar que no habrá nunca municipios ricos y pobres, me parece que en cualquier país del mundo hay municipios más ricos y otros con menos recursos: por las características de sus territorios, sus capacidades y recursos productivos, condiciones geográficas, demográficas y sociales de sus habitantes, etc.
Lo importante es contar con instrumentos de equidad territorial adecuados, donde los municipios más grandes y el nivel central apoyen a los municipios más pequeños. Es ahí donde debemos mejorar, ya que instrumentos como el Fondo Común Municipal y el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) han demostrado tener bastante espacio de mejora.