Isaac Caro, académico Departamento de Política y Gobierno Facultad de Ciencias Sociales.
“Muchos de los asesores principales del presidente, especialmente los pertenecientes a la esfera de la seguridad nacional, están sumamente preocupados por su carácter imprevisible, su relativa ignorancia, su incapacidad para aprender y también por lo que ellos consideran que son opiniones peligrosas”.?Así termina el primer capítulo del libro “Miedo. Trump en la Casa Blanca” de Roca Editorial, escrito por el periodista que investigó el caso Watergate, Bob Woodward. Una publicación que retrata al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el hombre más poderoso del mundo, como muy capaz de dar la orden de asesinar a un líder como Qasem Soleimani de Irán, tal como lo hizo el 3 de enero, sin preguntar nada a nadie y desatar una crisis global.
Para el destacado académico del Departamento de Política y Gobierno UAH, Isaac Caro, dar muerte a Soleimani es uno de los hechos más delicados que ha cometido el Presidente Trump durante su gobierno y evidencia una personalidad enfermiza que instala una política internacional unilateralista, que improvisa y no consulta ni siquiera al propio Congreso de su país: “Estamos hablando de alguien que por lo menos tiene bipolaridad con un nivel de agresividad y un discurso dicotómico que, de alguna manera, ha sido respaldado por sectores internos de Estados Unidos y eso hace pensar que estamos viviendo un mundo donde los extremismos de derecha, de izquierda y las intolerancias están ocupando cada vez un espacio mayor”.
-¿A su juicio, por qué atacar ahora?-
-Creo que se juntan varias circunstancias, me recuerdo haber seguido mucho cuando Estados Unidos atacó Siria y lo hizo en un contexto donde estaba siendo acusado por la trama rusa, Bill Clinton bombardeó Irak cuando enfrentaba un juicio político y no me extrañaría que Trump eligiera este momento por las circunstancias de un proceso de impeachment y él sabe que a meses de las elecciones de noviembre puede ganar votos.
-¿Qué significa que Donald Trump amenace con el objetivo de 52 sitios iraníes?-
-En su cuenta de twitter señaló que atacaría objetivos que suman 52, incluyendo culturales, y eso implicaría atacar sitios que son patrimonio de la humanidad y constituyen crímenes de guerra. Lo segundo, son las palabras que utiliza en su mensaje que son de un fanatismo extremo explícito. Tal como antes se refirió al líder norcoreano Kim Jong-un, lo mismo está haciendo frente a los líderes iraníes, el tema es que Estados Unidos representa a uno de los países del mundo libre y democrático que debería dar el ejemplo.
-¿Qué había en Irán antes del asesinato a Qasei Soleimani? –
-Hasta el jueves 2 de enero Teherán presentaba manifestaciones sociales en contra de los gobernantes como consecuencia de una crisis económica importante. Pero todo cambió desde el ataque del 3 de enero, tras el crimen de su líder político se produjo una unidad interna muy fuerte y la población dio un giro e identificó a un enemigo externo que es Estados Unidos. El domingo 5 de enero, Irán dio señales de pensar en la venganza y se retiró del Pacto G5+1 y asumió la posibilidad abierta de continuar con su programa de energía nuclear con fines no pacíficos.
– ¿Qué hace que el perfil del líder asesinado sea muy diferente a lo que fue por ejemplo Osama Bin Laden o el líder del estado islámico?-
-Qasei Soleimani tiene una característica distinta, es una figura militar y política al frente de una nación que representa a un gobierno, a diferencia de Abu Bakr el escurridizo y altamente reservado líder de ISIS, o Bin Laden que era terrorista. Aquí estamos en presencia de un líder de un estado integrante de las Naciones Unidas, y era la figura con mayor peso político después del Ayatollah Khamenei.
Lo segundo fundamental de Soleimani es que dirigió a un grupo fuertemente vinculado con los cuerpos de las Guardias de la Revolución Islámica, la Fuerza Quds iraní, que lo componen aproximadamente 120 mil personas que son milicias gubernamentales creadas en el año 1979 que cumplen el objetivo de mantener y defender el estado islámico y la revolución. Como ex jefe de la Fuerza Quds iraní, Soleimani tiene como finalidad ejercer la influencia externa y expandir el carácter de la revolución a otros grupos en Irak, Líbano, Siria y Yemen.
-¿Usted nombra a Israel como un posible objetivo de Irán y no así, directamente, el territorio estadounidense, por qué? –
-No creo que Irán ataque a Estados Unidos directamente, sino que principalmente, le interesa atacar a países aliados, puede ser Arabia Saudita o algún país del Golfo Pérsico o Israel. He visto algunas fotos en el funeral de Soleimani que aparece con retratos de la mezquita del Domo de La Roca y el mensaje ahí es bastante claro, recuperar Jerusalem puede ser un objetivo. Es difícil saberlo, pero eso sería más factible que atacar a territorio directo estadounidense, antes de atacar Irán evalúa la improvisación que implica el régimen de Trump que podría responder con costos muy difíciles de calcular.
-Los iraníes son protagonistas del atentado a la mutual judía AMIA en Argentina, un tema que lo trajo de vuelta el documental Nisman de Netflix. ¿Impacta más este conflicto en territorio latinoamericano? –
-El atentado de la AMIA es un tema de una actualidad absoluta, el 18 de enero se cumplen cinco años del asesinato del fiscal Alberto Nisman y el presidente Alberto Fernández quería revisar las últimas sentencias. Acá hay varios temas en cuestión relacionados con el asesinato de Soleimani, que en sí mismo no tuvo involucramiento directo en el ataque de la AMIA, aunque sí los grupos que dirige, en este sentido hay una discusión muy relevante en Argentina.
-Y Chile ¿Cómo se vería afectado? –
– El efecto inmediato es económico, las bolsas han bajado, el precio del petróleo ha subido un 7%, el precio del dólar ha subido 15 pesos y van a seguir aumentando. Pero más allá de lo local, este conflicto es una inestabilidad de carácter mundial. Hay un Boletín de Científicos Atómicos que lo componen expertos con 15 premios Nobel, que establece simbólicamente un tiempo del fin del mundo conocido como el Reloj del Apocalipsis. La vez que más cerca hemos estado de un eventual Apocalipsis nuclear fue en 1953 y el reloj se puso a dos minutos de la medianoche, debido al conflicto de Rusia con la anexión de Crimea. Desde el 2018 está a dos minutos. A mí no me extrañaría que el reloj del Apocalipsis marque 1,5 minutos y sería la primera vez desde 1945 que el mundo estaría tan cerca del fin. El último cambio en las agujas fue apenas unos días después de la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
-Y ¿Cuándo se reúne nuevamente este panel de expertos? –
– Ahora, en enero.