El investigador Nicolás Angelcos. la editora del libro Antonieta Vera y el Fiscal Carlos Gajardo.
Marchas para exigir mejor educación pública y mejores pensiones, protestas y manifestaciones para reivindicar los derechos de diversos grupos, entre otros fenómenos, dan cuenta del profundo malestar que se anida en algunos sectores de nuestra sociedad producto de las desigualdades.
Sobre las desigualdades y la disconformidad social que generan trata el libro “Malestar social y desigualdades en Chile” de Ediciones Universidad Alberto Hurtado, que fue presentado por Antonieta Vera, editora del libro e investigadora del Centro de Investigaciones Socioculturales (CISOC) de la UAH, y comentado por el sociólogo Nicolás Angelcos, académico de la Universidad Andrés Bello y Carlos Gajardo, Fiscal Jefe de la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente.
Para la editora de la publicación, e investigadora del CISOC, Antonieta Vera, “Este libro es un esfuerzo colectivo de investigadores del CISOC y otros investigadores invitados que más allá de nuestras líneas de investigación buscamos pensar el momento crítico y sintomático de las masivas protestas, del malestar por la educación, transporte, vivienda y pensiones como un fenómeno del Chile contemporáneo. El texto busca mostrarnos distintas visiones de la desigualdad que nos obliguen a reflexionar sobre nuestro presente.
Se trata de una panorámica amplia de anudamientos entre malestar y desigualdades diversas, que podría ir desde la desafección política hasta la vivificación política que implicaría restituirle al conflicto su carga máxima, aquello que tiene de más bello el conflicto que es la pluralidad…”, señaló.
En su comentario, Nicolás Angelcos, académico de la Universidad Andrés Bello e investigador del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES), destacó que el libro no sólo considera la desigualdad del tipo económico sino las diversas desigualdades que afectan a los chilenos. “Me parece interesante que el libro descentra la desigualdad del ámbito económico, que obviamente es lo que nos hace ser un país no tan óptimo respecto a otros países de la OCDE, pero hay otras desigualdades como por ejemplo de tipo cultural o la violencia contra la mujer o personas de distintas orientaciones sexuales… El texto explora varias formas de experimentar las desigualdades en nuestra sociedad… pareciera que no todos tenemos derecho a expresar nuestro malestar…”, reflexionó.
También subrayó la vinculación entre malestar y conflicto que se desprende de artículos que componen el libro “Creo que un elemento muy importante desde el punto de vista histórico es la asociación entre desigualdad, malestar y conflictividad, y esto queda demostrado en la portada del libro que muestra una protesta con presencia policial, manifestantes y destrozos. La portada no sólo habla de un conflicto, sino de la violencia que genera este malestar”.
Desde otra mirada disciplinar, el Fiscal Jefe de la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente, Carlos Gajardo, se refirió a la desigualdad como algo que ha existido desde siempre en nuestra sociedad y que no ha cambiado a pesar de los diversos regímenes políticos. En cuanto a la conflictividad señaló que en el caso de Chile tampoco es un fenómeno generalizado y según su opinión el malestar de los chilenos tiene relación con la pérdida de confianza interpersonal e institucional. “Hay algo que nos hace conscientes de que estamos en una situación que denominamos de malestar que parece ser mayor que en otras épocas y tiene que ver, creo yo, más bien con una profunda crisis de confianza en el otro y mucha desconfianza en las instituciones. No creo que hoy haya menos desigualdad, lo que tenemos es menos esperanza que eso pueda cambiar porque no hay confianza en las instituciones. Lo que tenemos es una gran pérdida de la inocencia, de creer que mejorarían las cosas”.
El fiscal Gajardo recordó además diversos casos judiciales que han afectado gravemente la confianza en las instituciones y empresas chilenas y han aumentado el descontento de los chilenos como los escándalos de abuso sexual en la Iglesia Católica, la colusión de las farmacias y la papelera, el financiamiento irregular de las campañas políticas y los fraudes en el Ejército y Carabineros.